lunes, 29 de julio de 2013

Vómito

Estoy sentado viendo fotografías de Pablo Escobar ¿por qué? no sé, ¿dónde? en Tumblr. Mientras las veo voy recordando un relato escrito por Steiner; una breve sinopsis: poesía vs violencia que se desarrolla en Medellín. Un sicario mata al poeta antes de que recite algunos versos,  un animal salvaje o como bestia salvaje tiene rostro el terror, no recuerdo bien.
 El lenguaje siempre se transforma y se escapa con la suya, hasta dónde ir u olvidar junto con él. Los caminos son siempre confusos pero si, lo que Heidegger interpretó como poesía, si su poesía de la poesía es como el lo presume; el lugar donde se guarda el ser y desde donde crea su propia posibilidad. Si, el habla habla de que habla cuando calla en esta violencia o cuando se filtra por algún precio; acaso limpia es, tan sublime. Cuándo una bala detiene un verso o viceversa. En qué poesía se guardan las explosiones y los muertos ¿es esto también parte del ser, amerita ser guardado? no lo sé.
En el relato de Steiner la poesía muere, aunque esa muerte es como una esperanza. Pablo Escobar murió dejando todo una leyenda y un sistema viciado que padecemos aún. Los poetas antioqueños prefieren hablar de otras cosas, en general los colombianos hablan de otra cosa, una bomba y unos muertos no son poesía, una masacre no describe al ser que es hecho a semejanza de Dios. Para no olvidarme de la prosa incontable que ha llenado libros en los que es fácil odiar al dictador y sentirse amable con el oprimido (forma facilista que todos imitan); la violencia como una anécdota que todos olvidan (lo recomendado), o suenan como crónicas sobre dinosaurios guerreros o sufridos héroes igual que se relata en versos medievales (lugar común).
Dos cosas que recuerdo, La casa grande de Alvaro Cepeda Samudio. Otro anterior a esta, el discurso de Jorge Eliecer Gaitan sobre La masacre de las bananera. Me aburro de las fotografías, un tedio me eructa en el rostro, me llena de nauseas. Hace frío. Escucho dos disparos afuera; un grito. Siento que voy a vomitar, trato de contenerlo. No lo logro.

viernes, 26 de julio de 2013

Marie Calloway, un fragmento y una fotografía





"Por favor ...", murmuré. Él eyaculó en la boca. Me encanta el sabor de su semen. Me atraganté. Me levanté inmediatamente y corrí a mi cuarto de baño a escupir el semen y enjuagarme la boca.
Cuando volví, él estaba de pie cerca de la puerta, completamente vestido. "Bueno, gracias, cariño." Traté de decir, no, gracias a ti, espero volver a verte, pero me encontré asintiendo. Lo acompañé hasta la puerta, le sonreí, y luego cerró la puerta tras si.
Me desplomé en el suelo acurrucada en posición fetal y empecé a hiperventilar y sollozar.

Marie Calloway.

jueves, 25 de julio de 2013

Sexo

Estamos en la habitación, jugamos
“La verdad o te atreves”.
Estoy nervioso, tengo esta extraña sensación;
Es una mujer con un cuerpo
Voluptuoso, y he fantaseado con él
Recorriéndolo con mi boca y lengua…
Aprecio el arte de sus sollozos y gritos, en mi imaginación,
Moldeo su tersa piel.
Su mirada refleja en la mía el terror del placer.  

Con mis manos atrapo su trasero
Presionándolo, ella sonríe, es sólo un juego.

Cervezas, secretos revelados
Roce de cuerpos…
Pero, algo en mi tiembla con la idea,
De hacer realidad lo soñado
En la noche, en la distancia de la amistad…
Podría venirme 
Sobre su vientre tibio

-¿Qué prenda quieres que me quite?, pregunta
Guardo  distancia, disimulo bien
O así lo parece, ella no ve mi alma turbada.
-Las bragas, digo.
-Las bragas antes que la falda, qué tramposo eres.

Quisiera decirte quítate el alma, quítate los recuerdos para
Poder follarte sin una mirada que descubra mis miedos.

Es sólo un juego, pienso. 

-Quiero que me bajes, me dice.
Obedezco.

lunes, 22 de julio de 2013

Centro-libros-búsqueda

Salí hacia el centro, debí esperar veinte minutos el autobús. Hacía un calor terrible a pesar de que ya caía la tarde, eran cerca de la cinco. Pensaba en comprar algunos libros de poesía, pero no los conseguí. Había una pequeña feria de libros usados en la plaza de San Francisco. La oferta se limitaba a dos enormes secciones sino tres en lo que a literatura respecta, en una estaban los dinosaurios, los libros que son el lugar común de cualquier biblioteca; Dumas, Irving, Homero, Balzac, Dostoyevski etc... por otro lado los bestseller baratos en los que incluyo ciertos recovecos de nuestras letras colombianas; Riso, Cohelo, García Marquez, libros para descifrar los sueños bla bla bla. Había otra sección de autores nuevos, libros nuevos vendidos como baratijas, los nombres no podría recordarlos todos, una cantidad enorme de autores que nunca he escuchado nombrar. Algo se me removía dentro al verlos arrumados llenos de polvo. No son libros malos, pensé, no podrían serlo. compré tres libros de ese arrume lleno de polvo y abandono. Las horas, Cunningahn. El vuelo de la libélula, Page. Estoy vivo estoy libre, Restrepo. cuando llegue a casa averigüe sobre ellos. libros con buenas reseñas. autores con cierto éxito en otras tierras. Llegue desilusionado de la feria pensaba buscar algo de poesía, tal vez algo de los beat, Bukouski, algún libro de Foster Wallace dejado de lado, algún cierto espectro de Joyce; nada. Poesía colombiana tampoco había, conseguí un libro de Onetti luego de buscar mucho. Me dejó un sinsabor el dejar La casa Grande sólo porque no me alcanzaba el dinero, el único libro de Marquéz que vale la pena El Coronel no tiene quien le escriba se me quedó perdido. Algo que considero una joya rescate de ese polvo enfermizo, un libro de ensayos dedicado al poeta William Carlos Williams por parte de sus contemporáneos; Pound, Lowell, Marianne Moore, Wallace Stevens, etc, y en el que viene un texto que según el editor no ha sido retomado en otros libros, se trata de la prosa en Spring and all. Estoy completamente feliz...

jueves, 18 de julio de 2013

03/42

me abruma la tarde. quisiera escribir pero no tengo nada que decir. qué digo. la primera regla para escribir; tener algo que decir. casi podría jurar que lloro. pero no importan. lo que juré y no, no importa.... nunca me hablaron de estos momentos del día dónde no pasa nada. donde nos escondemos del cielo. donde todos se ven felices menos nosotros. Steve Ray Vaughan muere en 1990 cuando un helicóptero que lo lleva a Chicago de regreso se estrella "Sweet home Chicago". B.B. King llamó a su guitarra Lucille "Thrill is gone", Clapton llamó a la suya Brownie "Layla", Black Beauty era el nombre de la Gibson negra de tres hambucker con la que toco Jimmy Page, "Black dog". David Foster Wallace se ahorcó, deprimido "Algo supuestamente divertido que no volveré hacer". Plath metió su cabeza en el horno y dejó el gas abierto "El rojo era tu color". A Lorca lo mataron "Agonía, agonía", Lavoe, Héctor Lavoe murió enfermo, Cortazar también (me recuerda a Oliveira), Jimy Hendrix murió de sobredosis "Hey Joe". no sé que decir. Led Zeppelin se desintegro cuando Bonham murió "Friend". Allende lo mató un golpe de estado, algo parecido le sucedió a Neruda, juran fue envenenado; "Canto General". y así va la vida y me abruma con sus recuerdos. dentro algo quiere salir y tomar posesión de alguna de esas vidas. Concierto en África, toque en el Blue Bird (Parker), jam session en el Wha Wha (Hendrix, Clapton, Jeff Beck)... drogas en alguna habitación del Royal Hotel. Muerte con algún tipo de justificación...

miércoles, 17 de julio de 2013

Power Paola...




He querido escribir algo sobre PowerPaola. Ese dibujito que demoro horas leyendo en Internet. no sé quién la dibuja, ni qué hace, ni cómo vive. He escuchado que es colombiana, no lo creo o no me hago ilusiones. sólo conozco este dibujito que piensa y habla y lleva su pelo enmarañado y bebe un café y se desprecia por un día rutinario o ve en ello algo bueno y sofisticado. PowerPaola a la larga somos todos, quienes sin más sabiduría llegamos a casa en la noche y nos recordamos las cosas que vimos en el día, una tontería, pero que nos significa la vida. Claramente muchos de mi generación y la anterior y la que sigue están lejos de la anhelada Ilustración que llena los pasillos de nuestra decadente académia y de los recodos de las etiquetas. No somos ya las lumbreras ni salvaremos el mundo. Lo más probable es que estemos hastiado de todo y por eso no nos importa sino retratarnos de la forma que podamos. PowerPaola es un elogio amable con nuestra vida, con nuestra angustia y nuestras lecturas. Me encanta y la veo como otros ven HBO. Debemos replantearnos ese término de alta definición. Otro ser que es igual loco y recuerdo ahora es al Sr. Rayón, estamos hastiados y emergen desde no sé que lugares estos héroes. la verdad no sé que más decir... sólo estoy riendo y quedándome pensativo frente a la pantalla...






martes, 16 de julio de 2013

Tres, poema

Ella trajo dos cervezas
una para mí, otra para ella
me la ofreció con una sonrisa
la brindamos sonriendo
la bebimos sin hablarnos
sólo escuchando la música
hasta el silencio.

**
-la delgada línea de tu cuerpo se parece al jazz, dije
ella me vio tratando de entenderlo
-¿de qué estás hablando?, preguntó con una sonrisa
-no lo sé, contesté. reímos por un buen rato
hicimos el amor en la alfombra
nos interrumpían fugaces miedos
 (improvisaba).
su mirada en la mía brillaba; recordé las fotografías de Miles
en el hall de un bar. Brilla como su trompeta, pensé.
-Tú eres música.
me besó.
-Improvísame, contestó poniéndose sobre mí.
suena Kind of blue, el ácido se deshace en las lenguas
estalla en los besos y luego todo es alegría
fiesta, melodía que besa los senos y
solloza en la piel.
se exhalan como el humo de un cigarrillo
 palabras respiradas por los oídos
se deshilvanan bailando
mientras los cuerpos se aman... 

**
Incendiada has muerto de la mano de Dios
destruida contra el suelo
tu voz rompe los espectros y sacude
de su lugar a los vivos.

aun así eres viva y te llamas deseo
melancólico blues, extraña enfermedad te toca
tus silencios son hermosos porque no evitan tu presencia
pero enferma caes al olvido
a la quietud de mis manos que te desean.



El sonido es vida, Daniel Barenboim


Estoy convencido de que es imposible hablar de la música. Ha habido muchas definiciones de la música que, en realidad, sólo describían una reacción subjetiva frente a ella. En mi opinión, la única definición realmente precisa y objetiva es la de Ferruccio Busoni, el gran pianista y compositor italiano, que dijo que la música es aire sonoro, que lo dice todo y nada al mismo tiempo. Shopenhauer, por otro lado, veía en la música una idea del mundo. En la música, como en la vida, en realidad sólo podemos hablar de nuestras propias reacciones y percepciones. Si intento hablar de música es porque lo imposible siempre me ha atraído más que lo difícil. 

El sonido es vida, El poder de la música, Daniel Barenboim

viernes, 12 de julio de 2013

Tres de la mañana.

Caminé desde "El lugar de Don Hebert" hasta la calle cuarta con quinta, sobre el puente que cruza para ir hasta el hotel Interntinental. Eran las tres de la mañana, y habían cerrado el bar. Tenia una cerveza en la mano que llegando al Club Noel tiré. Hacia un poco de frío. En el camino rostros se iban encontrando, se reconocían como gente del mismo clan, de la misma noche. Por la quinta íbamos subiendo. Cuando hube llegado al puente me senté en una banca hecha de cemento junto a una señora que asaba arepas, chorizos y servia tintos. Me tomé un tinto primero, luego comí una arepa con chorizo, luego otro tinto, luego me quedé dormido. -Hágale que yo le cuido el sueño, me dijo la señora. habían tres personas más en esa banca, todas esperando la mañana con la misma esperanza o con la misma desidia, cualquier cosas era lo mismo; nadie quería volver a casa. 

Antes de que amaneciera desperté, a mi alrededor habían taxistas y un travestí abriendo la boca para morder una arepa con chorizo. Buenos días, dije. Me sonrieron... -¿Estuvo buena la fiesta? me preguntaron. Respondí con otra pregunta... ¿Estuvo bueno el negocio? ambas o él y ella, el travestí y la vendedora hicieron gesto de que cumplieron, los taxistas no me escucharon. A las seis de la mañana esperaba el bus para volver a casa, la vendedora hacia un tinto con lo ultimo de carbón que le quedaba y el travestí seguía derecho por la calle cuarta abajo, como quien va para "La Merced". Me senté en la banca de atrás. De ahí a casa eran aproximadamente veinte minutos y en ellos trate de revivir cada momento de la noche. Cada canción. Me iba quedando medio dormido y los baches me despertaban arrojándome hacia adelante. Una mujer presionaba el timbre pero no funcionaba, gritó al conductor cuando este pasó de largo por la parada. El conductor del bus gritó a la señora. Ambos se gritaron luego. Las puertas se abrieron, la señora bajó balbuceando, el conductor frunciendo el ceño vigilaba por el espejo. sonreí por un momento, la señora tenia razón, pensé, pero no debió reaccionar así.

Cuando llegue a casa me acosté a dormir. Antes había vomitado en la raíz de un árbol. Tome el camino que rodea al parque para no llegar pronto. Probablemente aun estaba mamá en casa y no quería encontrármela ni escuchar su sermón. No soñé. El calor me despertó, tenia una sed infernal. La cabeza no me dolía. Busque algo de comer. Prendí la laptop, me conecte a facebook... 
tenia dos mensajes que no leí. Un montón de notificaciones estúpidas sobre invitaciones a juegos; debo bloquearlas, me recordé.  Me fui a bañar para quitarme un poco el calor, me sofocaba, me quede bajo la ducha un rato, recordando un viejo blues, Love in vain. Me vestí y salí. Baje hasta La Tertulia, pero no había nadie conocido allí. Compre dos cervezas a la vendedora que se hace en la esquina, también le compre un cigarrillo. Recuerdo escucharla hablar con un tipo de una camioneta sobre lo difícil que iba el negocio.

por la avenida del río se escucharon dos disparos, gire el rostro, una motocicleta 115 montada por dos hombres pasó de largo sin respetar el semáforo frente a una jugeteria. Seguí caminado escuchando el ruido de las ambulancias y las patrullas policiales. Conteste una llamada en mi celular. 

-Halo, dije
-Hola, ¿Qué pasó?, dijo la voz, ¿Dónde estás?
-No pasa nada, voy caminando... aun no sé hacia dónde ¿por...?
-Nada, No lo olvides.
-No te preocupes, ayer en la noche me lo recordaron y también me hicieron saber que ha empezado el juego.
-¿Quien te lo dijo?
-Debo colgar...
-Espera...
-...

Tres hombres venían tras de mí, no los había notado hasta cruzar la calle para tomar el camino que lleva al nuevo Bulevar junto al Río Cali. Aceleré un poco el paso. Ellos también,  las sirenas se silenciaron dos calles atrás. Estoy solo. Me pongo un poco nervioso. Siento sus pasos atrás de mí, en cualquier momento me abordaran, pienso. En ese punto de la ciudad tenia pocas alternativas, una era girar hacia a plazoleta del Centro Administrativo pero, muchos espacios vacíos son un problema. seguir adelante era llegar hasta la calle 15, junto a la Ermita y ese era un peor sector, gire por lo que queda de la vieja arquitectura de la ciudad. Mala Idea. 






jueves, 11 de julio de 2013

Un poema de Dorothea Lasky






DOROTHEA LASKY (1978), es una de las poetas más prometedoras en lengua inglesa. Ha publicado los poemarios “AWE”, “Black Life” y “Thunderbird”, todos ellos merecedores de estupendas críticas nacionales e internacionales. Su poesía, referente entre los lectores del género, ha sido comparada con la de Sharon Olds, Anne Carson y Sylvia Plath.

(Traducción de Annalisa Marí).







Por qué es una Vida Negra

Por qué es una vida negra
Porque nada permanece
Y todo continúa sin sentido alguno
Porque soy un animal
Y siempre me sentiré extraña
Hasta que muera
Porque soy humana
Y otros humanos tramarán siempre nuevas maneras de matarme
Y no habrá más que soledad hasta un final
Que será más o menos solitario
Porque hasta entonces como sola
E ignoro a todos
A pesar de que me miran
Con sus cuencas vacías
Y yo leo un libro y soy incapaz de anidar en él
Porque digo cosas
De la manera más sencilla posible
Y me malinterpretan constantemente
Porque incluso cuando tengo buenas intenciones
Sigo siendo un criminal
Y siempre es mediodía
El sol caliente golpea sobre el asfalto
Con el pájaro rojo volando eternamente
Porque mis pies y mis brazos no se mueven
A no ser que yo lo quiera
Porque cuando lo hacen
Y se mueven solos
Da miedo
Porque lo que es peor que el terror
No es el terror
Sino la salud
Que es transitoria
Que a menudo es la peor de todos los amigos
Porque no hago más que suspirar y suspirar
Y suena como un perro que aúlla
Y nadie quiere ayudarme
Porque soy fea, odiosa y demente
Porque los únicos seres vivos que aman el timbre de mi voz
Son los bichos subterráneos
Que me esperan para unirme a ellos


Tomado de la Antología de poesía joven norteamericana Vomit editada por Gaviero y escogida por Luna Miguel

miércoles, 10 de julio de 2013

On the road





Caminamos en la mañana subiendo desde Pance, cruzamos cercas de púas, saltamos troncos deteriorados. el camino era estrecho en la ladera… mucha vegetación, mucho barro y hojas muertas. caminamos cerca de 40min. hasta llegar al río. la semana anterior lluvias provocaron pequeños deslizamientos en algunas secciones del camino, tuvimos que saltar o pasar sosteniéndonos de raíces que brotaban de la herida tierra. luego el agua… cayendo desde una cascada en la que Amarilla, Sandra y yo nos deshicimos del barro que nos moldeaba, del smoke en nuestras almas y del hedor de la ciudad.

martes, 9 de julio de 2013

La Sociedad Juliette, Sasha Grey

Estoy empezando a leer una novela, La sociedad Juliette escrita por Sasha Grey. Me hacía la expectativa morbosa de leer las aventuras que saldrían de la mente y experiencia de una actriz porno pero, no, no, no!! dejemos de lado las ideas superfluas. Su estilo, desde las primeras páginas, la proyecta como una buena escritora. Con un poco más de sentido literario a comparación de otras novelas que han aparecido y que con igual morbo han conseguido su éxito, el caso de El dulce veneno del Escorpión, de la brasilera que cuenta sus anécdotas en la prostitución, Las 50 sombras de grey o el libro de Andrea, la prepago, que se editó hace poco en Colombia.

El libro de Sasha Grey dista de estos. Su contenido tiende a perfilar mejor sus personajes. Desde el principio se establecen claras las reglas de juego. No sólo son las fantasías lo que empezamos a leer, es toda la estructura que se monta para ellas, el juego con el poder… Sasha juega con eso, de hecho sabe cómo escribir esta trama esquizoide que se centra en el descubrir erótico y sexual de su protagonista, su alter ego. Llegar a una sociedad secreta que existe y que cumple las más aberrantes fantasías sólo porque pueden; está historia es genial, si lo piensas apenas por un momento.

Cuando empecé a leerla tenía un cuento que me golpeaba la cabeza, La niña del pelo raro de D. F. Wallace, en éste un chico de una buena familia satisface sus deseos ofreciendo dinero, pagando entradas a teatros, complaciendo con lo que puede las fantasías que sabe no conseguirá con nadie (un buen blowjob y quemar con cigarros en las piernas a la chica). Este chico disfruta viendo decaer su grupo de amigos punk, sin quererlo el tiene su propia sociedad para sus fines "sucios". Sin moral, sin sentimiento, a veces hasta sin placer, sólo está ahí para ver derrumbarse todo, sabe que tiene una buena posición y lo que pase no le incomoda. Ese asunto con el poder es el mismo que leeremos en La sociedad Juliette (eso parece), una aberrante moral desde las altas esferas que nos gobierna. 

Una chica que entra sin querer y que se desenvuelve en el sexo y en las fantasías sin restricciones. Una sociedad secreta de la que nada sabemos más que lo que nos cuenta la protagonista. Claramente este contexto hace de la novela algo muy solido. Casi parece un argumento de Sade con el cual quisiera desligarnos de la moral y de lo que está bien en la sociedad. Como una nueva lección de La Filosofía en el tocador.



pueden leer algunas paginas aquí.
una entrevista a Sasha Grey apropósito de la novela aquí.
una entrevista para una revista aquí.

domingo, 7 de julio de 2013

Camino a casa



El camino a casa (astillado, hiere los pies) reconforta. El ciclo que estamos condenados a viir aun antes de partir; volver es sólo un nuevo comienzo (pensarlo así es mejor). Poesía al llegar a casa, en la noche una bombilla es estrella, antorcha encendida en el desierto. Cada día es más despreciable la bondad. Mis jeans, no se dañan, sobreviven resistiéndose al olvido, son como mi alma.

"Sweet home Alabama" 


Cognac blues... tarde en Cali

Cognac blues

En el cielo obtendrás lo que te mereces
Ese cielo que será
indiferente a este
perro indiferente
(Sin embargo la honesta indiferencia
sería mejor que las palabras huecas)

(...)
                                        
11th Chors
Brown escribió un libro llamado
El Blanco y el Negro
              
                    Ciudad narcótica
                                encendiendo

                                    Las Cataratas de la Ira ~~
                                                  
                                                            (el músico se detiene,
                                                       cavilando en el estrado de la orquesta)
  
 Jack Keurac


viernes, 5 de julio de 2013

Alex Velasco en memoriavisible.com

Casi siempre me pregunto dónde estará la poesía de mi generación. Dónde la gente que escribe y que es joven. Esta ciudad (Cali) suele sofocar con el calor, con esas tardes estáticas en la que el viento apenas si susurra. Cuando llega la noche suele haber un poco más de vida, de hecho toda la vida existe de noche. Y la poesía se esconde entre toda esa vida, entre las calles con sus aromas a caña, tabaco y brea. Es difícil encontrarla porque no ha sido premiada y en este pueblo a veces eso es lo que importa, que la premien en vez de disfrutarla. Pero sé que se escribe y se comparte. Así que quiero compartir algunos poemas de Alex Velasco un Estudiante de la Universidad del Valle. Sus poemas son un grito, son un frenar del tiempo para implantar un golpe a la cotidianidad, a la rutina tal vez como escuchamos nacer, del mismo modo, una voz en México, España y Estados Unidos. Leer el mismo sentimiento en la poesía joven nos entera de lo que compartimos en el mundo, del tedio, el aburrimiento y del alcohol, de ello se nutre la nueva poesía que se aleja de los concursos, de la aprobación de los profesores y la academia para saltar a la calle, a los blogs, y a las editoriales independientes.

Llegué a él mientras leía un cuento de una amiga, (escribe bien y debería seguir haciéndolo pero se niega), es una página que nunca había visitado. Me gustó, y ahora sé que hay un lugar para un poco de ficción y poesía joven y lo mejor de todo hecha en casa. Alex Velasco no sólo escribe  desde la trivialidad del día, del amor sino también es un ilustrador que ofrece junto con sus poemas otra forma de expresarlo...

Poema numero algo
Derramar los ojos hasta agotarlos
o amorfarlos, desecharlos, romperlos
a navajazos de lágrima,
a puñetazos de gemido,
a bofetadas de tristeza;
descubrir el negro infinito de sus orbitas,
introducir los dedos en ellas
y descubrir que no se tiene nada.

Rasgarse el rostro con el filo de una lágrima,
ofrecer a las palomas del parque
las últimas migajas de autoestima,
morir de un solo mordisco
atravesándose el pecho con la sombra
de un poste eléctrico y
esperar hasta que la noche
te sorba el alma por los oídos.

Intento de soborno sentimental # 7 (El corazón)
Apagó el corazón las luces de la caja toráxica y enmudeció de un momento a otro.
Se le cayeron las ramas y las hojas, mermó la presión de sus ansias y cerró las venas a tu imagen.

Antes el corazón se mordía los labios o se comía las uñas mientras soportaba tus largas esperas.
El corazón ya no se afeita ni se corta las uñas, no se compra ropa nueva o se toma unos tragos en las noches.

Corazón calvo y solitario, siento sus cabellos muertos enredarse en mis costillas. Ya no se amarra los zapatos, no se plancha la camisa. El corazón ya no palpita tu nombre: Jennifer, Jennifer, Jennifer…

Tripanosoma
Subcutáneo te recorro
Saboreo tus encimas
El trampolín de tus cartílagos
Equilibro en tus huesos mi camino lento
Como un feto me germino en la penumbra de tus orbitas.

En sueños te asesino lentamente.


Alex Velasco
Aquí la paginahttp://www.memoriavisible.com

La nostalgia del melómano, Juan Carlos Garay


Creo que debo un comentario que he aplazado y dejado de lado. Ya es hora de escribirlo, o por lo menos hacer memoria de las sensaciones que me despertó el libro La nostalgia del melómano de Juan Carlos Garay. Recuerdo verlo en los anaqueles de la biblioteca de la universidad cuando buscaba otra cosa. Me llamó la atención su título,y la portada con ese disco de vinilo roto. No pude sacarlo en ese momento no tenía tiempo para lecturas libres, estaba ocupado con Steiner, Heidegger y la Odisea, estaba más bien enredado en una loca teoría del lenguaje que me inventé o que copié y quería poner como cabecilla a Odiseo.


En vacaciones saqué el libro, una semana antes para ser más preciso. El autor, desconocido, pero estaba intrigadísimo con el título de la obra, si hay algo que me gusta más que la literatura o la música, es la literatura que habla de música. Recuerdo devorarla en escasos cuatro días, a pesar de tener casi trescientas páginas y de cumplir media jornada laboral, se lee muy fácil, es realmente sencilla. Me encantó, tiene descripciones hacia la música hermosas, sus detalles en el sonido, los pensamiento que llena cada rincón de música, cada dialogo como un fragmento de canción, cada calle de Bogotá con un hilo de melodía, Frasico Talavera el protagonista, quien orquesta.

Ya ha pasado un año desde que la leí. Sin embargo aún me queda una imagen en la cabeza que en realidad me vale para justificar el libro. Ir por la calle y cruzarse con alguien que responde como si se tratara de algo planeado lo que tú vas cantando. Eso estrecha las relaciones en una ciudad que resulta inmensa, en la que la tienda Cocodrilo Discos se ve perdida, diminuta igual que su dueño, al cual la ciudad aplasta. La novela nos hace saber que la historia es una historia de los intersticios de la ciudad, construida de esos pequeños fragmentos que se esparcen como vidrios rotos en las calles y que el sol hace brillar, vistos en perspectiva son hermosos, pero al final se recogen y se botan. Esa es la novela, una novela de sensaciones hermosas hacia el jazz, el blues y el disco de vinilo… una reiteración sobre la música clásica y la soledad.

Hacer el amor con un disco de jazz (una fantasía que aún guardo), quizá sea el fragmento de la novela mejor escrito. La odiosa entrada de la música moderna, la muerte de lo que ya estaba muerto, los discos de vinilo. El perdido Lp con una canción inédita de hecho resulta ser el aspecto menos importante, por lo menos para mí. No hay conflicto con ello sino con la nostalgia que deviene de otros lugares, de otras calles, la canción perdida es apenas un rumor que ni siquiera quiebra a Efe al saberlo perdido (como si lo hace Miranda la marcharse) a lo mucho te hace fantasear a un poco, Eric Clapton y Cheo Feliciano tocando juntos El Ratón.

Leerla es sentir lo mismo que se siente al compartir un álbum con un amigo, si vale la pena leerla o no, parafraseo las palabras de Duke Ellington: Hay dos tipos de música: buena y mala y me gustan hay que escucharlas a ambas.

jueves, 4 de julio de 2013

Ezra Pound pone una toalla sobre mis hombros y da instrucciones, Ricardo Limassol

¡Cuánta terquedad!,
cuando decidiste ser
condenaste a tu familia;
sepultaste a tu madre antes
de tiempo.
Pocos pensamientos suicidas
acaban en el hospital
pero el tuyo
fue una pesadilla
de un lustro.
Provocaste a las amistades
como se provoca a un
batallón de fusilamiento
-vaya fino entretenimiento-,
la traición te puso lejos
y borró el pasado de la
historia.
Qué suerte tuvo esa pobre
mujer
de que no la mataras;
una fractura en su mano
derecha
y al día siguiente
decía que te amaba.
A pesar de las nubes negras
que son sombras de tu
sombra
y de las veladoras
que nunca fueron prendidas...
Recuperaste la
conciencia
y descubriste que
lo puedes
soportar todo.

hoy no quise bañarme, ni peinarme, ni salir aunque lo hice, no quise trabajar pero lo hice, no quise levantarme pero también lo hice. hice música que se quedó muda con el sol de la tarde, hice poemas que se comió mi perro. canté una canción en el baño, (bueno, lo hubiera hecho si me hubiera bañado). anduve a pielimpio mandando mails con mis poemas, pensando historias que escribir, enterándome de la poesía joven que se me escapa igual que la vida. le agradecí al poeta Lucas Ruppel la traducción al español de otro poeta, uno estadounidense, un poeta loco y Ruppel es otro poeta loco, y todos están locos y creo que me entienden, creo que están hay conmigo cuando hago la siesta, o aparento hacerla, porque dormir me hace doler la cabeza. están ahí, entre mi música y mis textos, entre mis malos poemas al jazz y el rock que suena. Mientras estoy haciendo bobadas todo el día; llenando formularios y enviando facturas. tratando de leer en inglés lo inentendible, allí están, vomitando como ebrios, como lo he estado yo en paradores que ven a Cali de lejos, esa ciudad tan salvaje, tan doble moral. libertina y conservadora. tan salsa y bohemia, tan llena de recuerdos del Caliwood, del Solar, del Nadaismo, de la Sexta, de Junachito, de Menga, de la narcovida. de su feria tan llena de vida y silencio y yo desde lejos igual que los poetas que leo, vomitando.


miércoles, 3 de julio de 2013

Ricardo Limassol, Todo menos trabajar

Me levanté en la mañana sin muchas ganas, todos los días parecen ser lo mismo. Estuve metido en  Facebook casi toda la tarde, leí un par de reseñas de libros, jugué un poco, no quería hacer mucho. Toda esta actitud que parece tan esporádica y desgraciada, es común. Dentro de ello hay a fin de cuentas una actitud frente al mundo, una actitud sobria aunque no por ella ajena al alcohol. Cuando estaba perdido en la desidia, en una abstracción total que variaba con melodías de canciones, encontré un libro que casi describía, si no mi día, sí la totalidad de mi actitud, mi preocupación frente a cosas como la poesía y la prosa. Leerlo es casi una revelación, no de lo desconocido, sino de lo cotidiano, de lo obvio (para pensar un poco en el This is water de D. F. Wallace). Todo menos trabajar es una obra cargada de fuerza que quiere luchar contra el mundo, que quiere ir en su contra y poner de manifiesto la sensación y las experiencia que nos trae la musa, que se ha ido, pero que esperamos, parafraseando algunos versos del autor, un joven nacido en 1987, Ricardo Limassol.

Hay nuevas voces en la poesía joven en Latinoamérica, vestigios de aromas y rumores de nuevas maneras de contar y escribir. Otra obra del autor es “Jóvenes que no tienen futuro, les habla su capitán” que más que versos son instrucciones acaso iguales a las que Whitman dio a los jóvenes de su tiempo. Casi parece una parodia de la misma voz, pero no por ello con menos fuerza y veracidad. Sus poemas son como pequeños manifiestos para superar el día. Parece cierto su último verso, el que cierra su libro (el cual podemos leer gratis en pdf), nunca quizá podremos construir un poema, un poema verdadero (esa es la conversación con el lector, así lo parece), pero se escribió lo mejor que pudimos en la vida así nunca nos volvamos a ver.


Zing

La poesía no nace de la poesía,

los amantes no pasan el tiempo leyendo poemas;

ninguno de ellos está calvo,
ninguno pasa sus tardes fumando cigarros
y bebiendo café.
Ceniza caía sobre el vestido de la musa,
el terciopelo arruinado y ella enfurecida,
se marcha de ahí sin pagar su cuenta,
nadie le dio importancia,
nadie sabía cuánta falta haría
su presencia.
Sinceramente:
Yo espero que regreses
y nos vayamos juntos.
Ricardo Limassol, Todo menos trabajar




Les dejo el link de su pagina allí pueden encontrar su obra.

Sylvia Plath, Rojo era tu color

Leer es siempre deslumbrarse con imágenes de las que apenas reconocías sombras, como en la metáfora de Platón. Sucede de esa forma cuando lees poemas que te atrapan. Leí recientemente un poema que no dejo de sentir íntimo y conflictivo de Ted Hughes, empieza con una afirmación que no es más que una conjetura El rojo era tu color, (¿de Quién?) el Rojo de la mujer que no conoció y sin embargo estuvo allí entre sus manos como una flor. Hay en él un eco de nostalgia y recriminación que hace preguntas al aire, al fantasma con el que comparte. Todo ello ha hecho que piense en Sylvia Plath. Qué tan turbulenta acaso fue la vida de estos poetas juntos. Los colores en el poema están cargados de una intensidad que casi estruja nuestros brazos de impotencia. Con la voluntad abrumadora de esta mujer, quien sea en el poema (pero sólo pienso en Plath), hay una terrible impotencia por no poder tenerla y comprenderla, ella abruma todo y es inalcanzable, inentendible como si fuera ella misma la poesía. Y este poema ha hecho que me retraiga y me pregunte en que piensa esta mujer dando vueltas y tumbos y viendo pintar su mundo, su cuarto y su vida de rojo. Casi que camina sin escuchar, hacia el final que no ha quitado de su cabeza, y entre esa multitud de rojo, de rosas y firmezas un ave azul salta. Y no entiendo que es, ¿acaso una esperanza, una posibilidad de entrar y verla distinta, vestida de algo diferente a su angustia, su fatalidad, no ya como una herida abierta? Pregunté a algunos amigos sobre Sylvia, sobre ella, sobre su vida, quiero que me hablen de ella. Porque siento en el fondo que es ella. Pero nadie me da razón, sólo me estremezco al leer los versos que Luna Miguel recuerda del mismo poema que me dice tanto y nada (eso es una molestia) uniendo la fatalidad del primer y último verso.

“Rojo era tu color…
(…)Pero la joya que perdiste era azul”

Rojo, Cartas de cumpleaños, Ted Hughes