"Por favor ...", murmuré. Él eyaculó en la boca. Me encanta el sabor de su semen. Me atraganté. Me levanté inmediatamente y corrí a mi cuarto de baño a escupir el semen y enjuagarme la boca.
Cuando volví, él estaba de pie cerca de la puerta, completamente vestido. "Bueno, gracias, cariño." Traté de decir, no, gracias a ti, espero volver a verte, pero me encontré asintiendo. Lo acompañé hasta la puerta, le sonreí, y luego cerró la puerta tras si.
Me desplomé en el suelo acurrucada en posición fetal y empecé a hiperventilar y sollozar.
Marie Calloway.
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