martes, 25 de marzo de 2014

viejo poema, vieja improvisación sobre un tema de hendrix

tengo la cabeza en otra parte
líneas purpuras chocan contra las paredes
déjame vivir mi vida, pienso
lo gritos se dirigen hacia mí desde la puerta
mueren estrellados en un muro de silencio

tengo la cabeza en otra parte
pienso en natalia
pienso en escribir
pienso en subirme sobre el escenario
pienso en esnifar aquellas líneas
purpuras.

siento que voy a vomitar

el cabello me cubre el rostro
déjame déjame déjame

todo tiene un sentido de abandono
pero no es allí a donde se dirige

pasar la mayor parte del tiempo ebrio no ayuda
¿a alguien ayudó alguna vez?

el camino es la muerte
bastante sencillo

pienso en que me gustaría estar solo



lunes, 24 de marzo de 2014

Cervantes o la libertad redoblada, Philippe Sollers (Introducción)




Hace poco desde Bogotá llegó a mis manos la primerísima traducción de Sollers en las que trabaja un buen amigo. Se propone, por supuesto, una tarea editorial quijotesca; editar al español todo Sollers (además de otros autores). Pueden localizarlo en Philippe Sollers en español. Por ahora dejo la introducción que hace en Cervantes o la libertad redoblada:




Creador e impulsor de la revista y la colección Tel Quel (1960-1982) y, un poco más tarde, de la revista y colección L'infini (que, fundadas en 1983, continúan aún hasta el día de hoy), Philippe Sollers (Burdeos, Francia, 1936) es autor de gran número de ensayos y novelas entre las cuales podemos contar Mujeres, Retrato del Jugador y El Corazón Absoluto (cuyas versiones en español, publicadas entre mediados de los años ochenta y mediados de los noventa, pueden encontrarse con facilidad en las bibliotecas).

La mayor parte de su obra, si embargo, se encuentra circunscrita aún, de manera exclusiva, al francés. Pero los textos siguen llegando y una nueva ola de traducciones al español nos ha permitido contar, así, desde comienzos de este siglo, con sus libros sobre Mozart, Sade, Casanova, Viviant Denon y Céline. El siglo XXI recibe bien a Philippe Sollers en español. Poco conocemos, a pesar de esto, su opinión sobre las obras de nuestra propia lengua (sí: escribimos en español) y, aún más (Sí: escribimos desde América Latina), su opinión sobre las obras de nuestra latitud.

El texto que el lector tiene en sus manos inédito hasta ahora en español) puede considerarse, así, como un primer paso en esa dirección. Llega para anclar, finalmente, la reflexión de esta obra en nuestra lengua y comenzar a asegurarse de que, antes que una ola pronta a pasar, sea ésta la ola definitiva que brinde a su escritura toda la atención que merece y que -apuesta segura- obtendrá pronto. 

Aparecido originalmente en el no. 56 de la revista Art Press (febrero de 1982) y reproducido en el libro Théorie des Exceptions (1986), este texto versa sobre el manco de Lepanto, y, más precisamente, sobre aquella obra en la que se llegara a sentenciar -mensaje trasatlántico de agradecimiento en clave eco-:

*No dejes de escribirme y avisarme lo que pensares hacer, que yo te responderé siempre...

Escuchemos lo que Philippe Sollers tiene que decirnos acerca de esta obra y d ela lengua en la que fue escrita. Escuchemos. 


*Cap. XL. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.  
.

Sergio Andrés Salgado Pabón, editor y traductor

miércoles, 12 de marzo de 2014

Nocturno, en la fotografía Pound y Olson

Nocturno 

El sonido del tiempo 
Avanza en el aire 
perturbado por la gravedad 
del recuerdo; se alarga por 
días y meses en lo que 
dura encendido el cigarrillo
entre mis dedos.

Miles Davis suena, So what. 
Un viejo disco, Kind of blue 
Viejo ahora 
Cuando de la memoria y los sonidos 
Extraigo más vida que del  
Cuerpo sentado a la mesa. 

El tiempo es un disco que 
gira en silencio. Una hoja que se tira
Para volver a ser escrita.


En alguna parte de la memoria 
Una canción, 
Al caer la noche con mis 
Ojos perdidos en el sueño de 
Otra vida, me despierta. 

Didier A. Castro

lunes, 10 de marzo de 2014

3am, Recorte a una página de Cruz Kronfly, Amapolas al Vapor (1996), pag 175.

La vida
Sobre la mesa
de la cantina,
la exhibo públicamente
en toda su intimidad,
junto a las copas y a las
monedas de la pianola.

Cálida ella,
de ojos lumbrosos,
sabia como ninguna
si es que acaso
en su ajetreo y frotamiento
algo ha aprendido.

Como una puta que se quiere.
Respirando sola y agotada en el bar,
sudorosa y comprensiva
como una mirada amanecida.

Efluvio bioeléctrico.
La vida.