jueves, 25 de febrero de 2016

ven


El primer párrafo del manjar de los dioses
es un manifiesto a las drogas
que inicia igual que el manifiesto comunista
“un fantasma se mueve por el planeta...”
y lo sé porque llevo suficiente tiempo
leyendo el primer párrafo
las primeras oraciones, la primera frase
lo sé porque no avanzo
y he tenido suficiente tiempo para reflexionar en ello
porque estoy inquieto y tengo mil ventanas en el navegador
que constantemente cambio
pinchando aquí o allí, leyendo un párrafo o una línea 
de lo que sea que abra... haciendo scroll
en tumblr
dándo me gusta de manera indiscriminada a todo y riendo y sin poder
comentar nada de manera inteligente
estás ausente
no lo has estado por mucho
pero es como si te necesitara
y aunque sé que nada va mal con mi conexión la he revisado un par de veces
tengo en youtube una lista aleatoria de canciones
que no hablan de ti
pero que hablan de ti
porque es como si aparecieras
este poema debería iniciar igual que el manifiesto
de McKenna y de Marx
Un fantasma vuela en mi cabeza
y estoy así y no quiero permanecer más así
no entiendo qué me pasa
pero es como una enfermedad, ¿sabes?
como estar inquieto de la misma forma que un enfermo en cama
sin alivio
sin alivio en ninguna parte
y quizá deba pinchar en alguna otra parte
de mi cuerpo
y dejarme ir
y socorrerme yo mismo
para no caer en un abismo en el que deba
tener certeza de que ya no estás
de que ya no estarás 
de qué te has ido
que volverás pero mucho tiempo después de lo que deseo
y es tan tonto el sentimiento
como el de ese verso de Neruda
¿sabes?
me gusta cuando callas...
pues no me gusta
y Neruda era un idiota
sin duda
cómo puede gustarle el silencio
cómo puede sentir placer en la ausencia
estoy torturándome y sufriendo
porque quiero hablarte pero no quiero que pienses que te ahogo
que mi amor te ahoga
que mi sed te ahoga
te consume
te aprisiona
y Neruda concluye con la alegría de que no sea cierto
porque es como el susto de subirse a la montaña rusa
y Neruda es un idiota
porque esto no es divertido
porque no me lo parece
porque no sé ni siquiera si estoy diciendo lo que he querido decir
o lo que he pensado antes de sentarme aquí a escribir esto
no he pensado en nada
y no quiero pensar en nada y no quiero diluirme en esa nada
quiero sentirme seguro
tranquilo
rodeado de tus brazos
por fin... sereno
escuchando tu voz luego de imaginarla tanto tiempo
arropado por tus cabellos
¿sabes?
como en esos versos románticos de Petrarca a Laura
así pero con internet
así pero maldiciendo cuando hay un dañó en la red
así pero insultando al destino por ponernos lejos
¿no es gracioso el amor?
esto no tiene por qué ser nada de lo que quisiera que fuera
quería que fuera un poema, pero no lo será
porque no sé ser así, ya no sé ser así
ya no puedo sacar esa mentira que adorna el amor
ya no puedo
no me sale
ahora todo tiene que ser una maldita introspección sincera
y ser sincero te lleva rápido al patetismo
y de ahí
a la desdicha
pero no es eso a lo que quiero llegar, lo que quiero decir
es que no soy como ese poeta medieval
que escribió muchos poemas a una princesa
que nunca vio en su vida
y murió adorándola
amándola de forma inconcebible, sin conocerla
quiero decir que no hay en mí ese amor
no tengo eso
probablemente no sepa más que decir todas estas tonterías cuando podría haber dicho que “te extraño mucho”
pero decir “te extraño” quizá no te diga nada
aunque sea exactamente lo que quiero decir
ese es el problema con las palabras
nunca dicen lo que uno quiere decir
ese es mi problema con la poesía
siempre quiere adornar esa aventura frustrada
por favor
ven
alíviame


lunes, 22 de febrero de 2016

dos poemas


porfirio barba jacob escribió un poema, canción de la vida profunda, que en siete estrofas
describe las pasiones de un hombre a lo largo de su vida 

lo leí por primera vez un agosto cuando recién entré a la universidad
hay días en que lo recuerdo con agrado y me digo es hermoso
pero también hay días en que lo desprecio mientras caigo en la cuenta
de que probablemente sea el único que he leído suyo
y de esto también va el poema
de contradecirnos y vivir
de ser distintos aunque el mismo
como si dejara para cada cuarteto
la descripción de un quien de los innumerables de cummings
yo lo siento
no hay otra forma en que me sienta cómodo al escribir
que no sea refiriéndome a la poesía de otros
porque es como un abrigo
no soy distinto al hombre abrazado por una cobija
sentado y tiritando de frío en la calle

repitiendo una y otra vez palabras que no son propias
esto reconforta
aunque no hace de mí nada distinto a una caja llena de notas
que se esparcen de un lado a otro, y me encantaría
plagiar cada uno de esos versos
escribir una obra que pueda sentirse como me siento ahí
moviéndome de un lado a otro
repitiendo poemas en mi cabeza mientras visualizo algo en el futuro que es en extremo mejor de lo que vivo ahora
hay días en que camino por la calle afanado
aunque no hay que me afane realmente
sólo soy un tipo neurótico y probablemente con un transtorno obsesivo compulsivo sin diagnosticar
que siente debería llegar a algún lado
aunque camine sin dirección
como si fuera un personaje de alguna pequeña historia
que intenta dar alguna lección de vida:
el tipo que no vive porque busca la vida;
o vive buscándola y por tanto la pierde
y que lleva consigo ese tipo de moraleja previsible sobre detenernos y vivir
una historia que intenta hacer a otros mejor aunque en realidad no lo haga porque no me detengo sino que camino y entre dientes maldigo a las personas que me estorban el paso.
nadie tampoco se fija en mí.
hay días en que camino lento y me detengo a ver cosas, a sonreír
y no estoy drogado ni he tomando pastillas que me hagan sentir
que el mundo es bueno, ya saben, como en ese capitulo de los simpson
en el que lisa ve al mundo lleno de emoticones sonrientes
soy la burla de la existencia
no por mi deseo y fuerza de contradecirla o de afirmarla con mis propias reglas
sino porque escapo de ella escondiendo los talentos como el tipo en la parábola bíblica
esto lo aborrece dios y también los hombres
hay días en que estoy sentado sin pensar en nada
sólo tiempo después me doy cuenta de que pienso en nada y que he estado quieto
un largo tiempo, esos días suelen ser lentos, en esos días pienso en poemas de pessoa
que por cierto no me gusta, no entiendo la admiración hacía él
aunque pienso en él y lo leo y está conmigo igual que un hermano al que odias
lo sientes tuyo, de tu familia... aunque con recelo
Y hay días en que quieres acabar todo y te sientes dispuesto a halar del gatillo
a atar el nudo y lanzarte pero en la reflexión del hecho un suicidio es 
insostenible para la familia. y esto ya lo han dicho otros. pero lo has sentido desde antes de leerlo.
y esto es valioso.

******
ser perdonado
estoy sentado
frente a la pantalla o en el retrete
pensando en todas las veces que he actuado mal
mi novia dice, "hay personas buenas que toman malas decisiones"
me dice, "eres una de ellas".
una persona buena con un cúmulo de malas decisiones.
al reverso deben existir personas malas que toman buenas decisiones.
lo intento y ese es mi problema.
lasky dice en un verso que aun cuando quiere ser buena actúa mal.
soy ese verso de lasky.
pero esto también lleva un poco de autocomplacencia o
autocompasión.
no deja de ser una búsqueda por justificarme.
hace un par de días un hombre en la estación de autobús me pidió el favor
de que le ayudara a cruzar la avenida
era viejo y enfermo y estaba en silla de ruedas
sobre sus piernas tenía un recipiente con dulces
que supuse se dedica a vender
su aspecto era el de un hombre pobre
un hombre que ha vivido para caer en lo profundo 
y sórdido de lo humano
olía mal
le ayudé, y mientras cruzaba empujándolo
pensaba en cómo se desarrollaría normalmente su día
si depende de anónimos como yo para cruzar de un lado a otro, para ir de un lado a otro
para comer o ir al baño
¿cómo pedía ayuda?
¿cómo lo hizo conmigo? ¿con gritos ahogados y señalando y frunciendo el ceño tratando de articular palabras que tropezaban con un tubo plástico que salía de su nariz?
¿cuánta gente se niega a hacerlo?
sin embargo, era yo el buen ciudadano cruzando la calle empujando la silla de un hombre que no podía valerse por sí mismo.
el mismo que a su antigua novia escribió poemas ofensivo en un ataque de rabia
el mismo que espera ser perdonado por ese hecho
noah cicero se pregunta en un poema si perdonamos a las personas porque las queremos
si lo hacemos porque su arte es valiosa y por lo tanto pasamos por alto sus crímenes
si lo hacemos porque nos satisfacen sus acciones y entonces todo les aguantamos
menciona a burroughs a dfw
¿un hombre bueno por defecto debería tomar buenas decisiones?
probablemente no tenga nada que hacer la mayoría del tiempo salvo
lamentarme a mi mismo
por no sentirme de alguna forma liberado sino prisionero
sin embargo, no busco nada distinto a la distracción
ver a otro lado
de pensar que he fallado y no hay nada que pueda remediarlo
porque vivo sin ningún tipo de merito.