lunes, 22 de febrero de 2016

dos poemas


porfirio barba jacob escribió un poema, canción de la vida profunda, que en siete estrofas
describe las pasiones de un hombre a lo largo de su vida 

lo leí por primera vez un agosto cuando recién entré a la universidad
hay días en que lo recuerdo con agrado y me digo es hermoso
pero también hay días en que lo desprecio mientras caigo en la cuenta
de que probablemente sea el único que he leído suyo
y de esto también va el poema
de contradecirnos y vivir
de ser distintos aunque el mismo
como si dejara para cada cuarteto
la descripción de un quien de los innumerables de cummings
yo lo siento
no hay otra forma en que me sienta cómodo al escribir
que no sea refiriéndome a la poesía de otros
porque es como un abrigo
no soy distinto al hombre abrazado por una cobija
sentado y tiritando de frío en la calle

repitiendo una y otra vez palabras que no son propias
esto reconforta
aunque no hace de mí nada distinto a una caja llena de notas
que se esparcen de un lado a otro, y me encantaría
plagiar cada uno de esos versos
escribir una obra que pueda sentirse como me siento ahí
moviéndome de un lado a otro
repitiendo poemas en mi cabeza mientras visualizo algo en el futuro que es en extremo mejor de lo que vivo ahora
hay días en que camino por la calle afanado
aunque no hay que me afane realmente
sólo soy un tipo neurótico y probablemente con un transtorno obsesivo compulsivo sin diagnosticar
que siente debería llegar a algún lado
aunque camine sin dirección
como si fuera un personaje de alguna pequeña historia
que intenta dar alguna lección de vida:
el tipo que no vive porque busca la vida;
o vive buscándola y por tanto la pierde
y que lleva consigo ese tipo de moraleja previsible sobre detenernos y vivir
una historia que intenta hacer a otros mejor aunque en realidad no lo haga porque no me detengo sino que camino y entre dientes maldigo a las personas que me estorban el paso.
nadie tampoco se fija en mí.
hay días en que camino lento y me detengo a ver cosas, a sonreír
y no estoy drogado ni he tomando pastillas que me hagan sentir
que el mundo es bueno, ya saben, como en ese capitulo de los simpson
en el que lisa ve al mundo lleno de emoticones sonrientes
soy la burla de la existencia
no por mi deseo y fuerza de contradecirla o de afirmarla con mis propias reglas
sino porque escapo de ella escondiendo los talentos como el tipo en la parábola bíblica
esto lo aborrece dios y también los hombres
hay días en que estoy sentado sin pensar en nada
sólo tiempo después me doy cuenta de que pienso en nada y que he estado quieto
un largo tiempo, esos días suelen ser lentos, en esos días pienso en poemas de pessoa
que por cierto no me gusta, no entiendo la admiración hacía él
aunque pienso en él y lo leo y está conmigo igual que un hermano al que odias
lo sientes tuyo, de tu familia... aunque con recelo
Y hay días en que quieres acabar todo y te sientes dispuesto a halar del gatillo
a atar el nudo y lanzarte pero en la reflexión del hecho un suicidio es 
insostenible para la familia. y esto ya lo han dicho otros. pero lo has sentido desde antes de leerlo.
y esto es valioso.

******
ser perdonado
estoy sentado
frente a la pantalla o en el retrete
pensando en todas las veces que he actuado mal
mi novia dice, "hay personas buenas que toman malas decisiones"
me dice, "eres una de ellas".
una persona buena con un cúmulo de malas decisiones.
al reverso deben existir personas malas que toman buenas decisiones.
lo intento y ese es mi problema.
lasky dice en un verso que aun cuando quiere ser buena actúa mal.
soy ese verso de lasky.
pero esto también lleva un poco de autocomplacencia o
autocompasión.
no deja de ser una búsqueda por justificarme.
hace un par de días un hombre en la estación de autobús me pidió el favor
de que le ayudara a cruzar la avenida
era viejo y enfermo y estaba en silla de ruedas
sobre sus piernas tenía un recipiente con dulces
que supuse se dedica a vender
su aspecto era el de un hombre pobre
un hombre que ha vivido para caer en lo profundo 
y sórdido de lo humano
olía mal
le ayudé, y mientras cruzaba empujándolo
pensaba en cómo se desarrollaría normalmente su día
si depende de anónimos como yo para cruzar de un lado a otro, para ir de un lado a otro
para comer o ir al baño
¿cómo pedía ayuda?
¿cómo lo hizo conmigo? ¿con gritos ahogados y señalando y frunciendo el ceño tratando de articular palabras que tropezaban con un tubo plástico que salía de su nariz?
¿cuánta gente se niega a hacerlo?
sin embargo, era yo el buen ciudadano cruzando la calle empujando la silla de un hombre que no podía valerse por sí mismo.
el mismo que a su antigua novia escribió poemas ofensivo en un ataque de rabia
el mismo que espera ser perdonado por ese hecho
noah cicero se pregunta en un poema si perdonamos a las personas porque las queremos
si lo hacemos porque su arte es valiosa y por lo tanto pasamos por alto sus crímenes
si lo hacemos porque nos satisfacen sus acciones y entonces todo les aguantamos
menciona a burroughs a dfw
¿un hombre bueno por defecto debería tomar buenas decisiones?
probablemente no tenga nada que hacer la mayoría del tiempo salvo
lamentarme a mi mismo
por no sentirme de alguna forma liberado sino prisionero
sin embargo, no busco nada distinto a la distracción
ver a otro lado
de pensar que he fallado y no hay nada que pueda remediarlo
porque vivo sin ningún tipo de merito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario