miércoles, 9 de octubre de 2013

El Culo del Mundo

Hay unos cuantos jóvenes sentados en la cafetería de la Universidad. Hablan sin mucha gracia, aunque entre ellos hay muchas risas. Paralelo a ellos, unos cuantos chicos ven el tráfico de la calle, apostados en una esquina, hablando y riendo. Estos están a unas 30 calles de la Universidad, algunas 3 o 5 calles más hasta la cafetería. ¿Y qué hay con los jóvenes – con nosotros-, aunque hay una sobre explotación musical de lo nuevo, de la generación que crece, dónde están las demás artes; no hay algo como una pintura joven, una literatura joven, una forma de vida joven?, Esto hablan los que están en la mesa, saben que debe haber algo más que sentarse a reír, lo sienten o por lo menos lo ambicionan. Los chicos en la esquina tienen la misma sensación, pero no se preguntan con esperanza sobre las artes, saben por otro lado que individualmente alguien gusta del grafiti, otro improvisa sobre pistas de rap y el tercero es capaz de imitar a sus compañeros. En fin, ese algo, que llamo ambición, está en el aire.

Tengo la radio encendida, hay rock. La televisión también está encendida y hay dibujos animados, los ve mi sobrina, pero el volumen está tan alto que entre la radio y los diálogos empalagosos se orquesta una buena opera. Frente mío tengo el último número de la revista El Culo del Mundo, y me estoy divirtiendo tanto como mi sobrina con sus dibujitos. Toda esta mezcla antipática y tediosa de vida de pronto se ve envuelta por la poesía de un montón de poetas –no poetas, diría cualquier arribista poético- que precisamente hablan de lo que quisiera hablar, si pudiera escribir poesía. Son una vía de escape -no imaginaria- real a mis propias sensaciones de la vida. Una de las escritoras que publica en el último número es Tristana Landeros a quien conozco por mi gusto por otro poeta que ya he reseñado, Ricardo Limassol. Y es divertido lo que hace la gente de su generación, creo que el sentido sublime en la poesía Ha sido expulsado… y esto, señores es nuestro.


Hay todo un cumulo de sensaciones, escritas con mucho brío, entereza y también sentimiento (a veces demasiado). Creo que pecan por ir tan deprisa contra todo. Esta actitud hostil se puede confundir con la de un niño contra la autoridad de un padre. Pero de alguna forma están creando espacios en los cuales hacerse la fiesta, de decirse lo que no se dice entre los adultos; y han comenzado a conspirar… 

Bastaría decir que esto no es nuevo ni unilateral, es un hecho que cada vez se hace más frecuente en la red, podemos ver a los chicos de dinastiachow-fan que se han encargado de recopilar parte del arte joven. O el new-spleen en él que se está recogiendo un poco la prosa de autores jóvenes. No he querido hablar de nacionalidades, porque en internet estamos tan cerca los unos de los otros que la distancia es una virtualidad. Pero aun así El Culo del Mundo es una propuesta Mexicana, Y dinastiachow-fan es colombiana igual que new-spleen, en Argentina y Chile hay otras interesantes, pero ahora lo único que interesa lo tenemos la frente.

A la pregunta dónde estamos realmente, dónde está la poesía joven, el arte joven... dónde ha ido a calar la ambición dentro del terreno vacío de la cotidianidad. A esa sensación de que hay algo, en algún lugar... a esa sensación han respondido los mismos poetas. la misma generación de la que hacemos parte. Todo lo reciente es una muestra... hay poesía creciendo por todas partes. Es hora de armar alboroto, de festejar. La revista comienza con una cita de Schopenhauer: El poeta es ese privilegiado generoso que nos presta sus ojos y sus oídos para que contemplemos lo de detrás de la realidad, lo que se esconde bajo la cruda apariencia. Pero rara vez vemos lo que está detrás, la verdad es que la crudeza, el tedio, el morbo, la decadencia es lo que tenemos al frente. Y de eso ha tratado durante los últimos años la poesía. Por todas partes florece este sentimiento, como Flores del Mal, como un nuevo Spleen; New Spleen, y el término no es mío, proviene de una profunda convicción de Luna Miguel. Esto que ahora sucede no es anti poesía, es poesía en su sentido más vivo: Cuando la Melancolía venida del humo/ Comienza a inscribirse entre los huesos del poeta,/ La boca le sabe a sangre y las palabras inician a romper/ Desde la orilla de sus dientes, trémulas en un delirio de vino.

Entonces no es raro que Tristana dibuje el deseo de matar un perro. ¿De verdad quiere matar un perro? o es el deseo constante que nos proviene del odio, del vacío en que nos han dejado, qué es el amor cuando solo conocemos el odio que nos ha dejado la muerte. México como Colombia están viendo caer su generación en medio de las balas del narcotrafico (un cáncer que alimentamos, somos la enfermedad y la cura), en medio de nuestra adicción: en ese odio hemos crecido, somos lo que nos han dicho y nuestra poesía ha sido nuestro alienante... la televisión dejo de ser fructífera. Queremos más...  queremos más... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario