La vida
Sobre la mesa
de la cantina,
la exhibo públicamente
en toda su intimidad,
junto a las copas y a las
monedas de la pianola.
Cálida ella,
de ojos lumbrosos,
sabia como ninguna
si es que acaso
en su ajetreo y frotamiento
algo ha aprendido.
Como una puta que se quiere.
Respirando sola y agotada en el bar,
sudorosa y comprensiva
como una mirada amanecida.
Efluvio bioeléctrico.
La vida.
Sobre la mesa
de la cantina,
la exhibo públicamente
en toda su intimidad,
junto a las copas y a las
monedas de la pianola.
Cálida ella,
de ojos lumbrosos,
sabia como ninguna
si es que acaso
en su ajetreo y frotamiento
algo ha aprendido.
Como una puta que se quiere.
Respirando sola y agotada en el bar,
sudorosa y comprensiva
como una mirada amanecida.
Efluvio bioeléctrico.
La vida.
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