Hay
una pregunta que tengo que hacerme, estoy sintiéndome como un pedazo de mierda,
espero el cambio del semáforo. Claro, esto que digo no me pertenece, eso es de
un relato de sam pink, pero ¿importa? digo, no me siento yo mismo como un
pedazo de mierda mientras espero el cambio del semáforo. Hay tantas cosas que
debo decirme, tantas. Me odio completamente, no lo entenderían. Esto es una
confesión, es patética y terrible. He tomado tan solo un par. No preguntes.
Sucede que llevo un par de semanas durmiendo solamente cuatro o cinco horas,
estoy acabado. La última vez que fui a orinar lo hice con sangre, lo que faltaba.
Hay más, lo sé, pero cómo lo explico.
El
semáforo cambia, cruzo rápido. No tengo prisa ni nada por el estilo,
simplemente me gusta caminar rápido. Me siento idiota caminando lento porque me
veo como una de estas personas que camina lento y que estorba a todo el mundo, ellas
ni se dan por enteradas. Malditos viejos, casi siempre son viejos que ni pueden
andar. Es molesto. Camino deprisa y entro a la biblioteca porque quiero hallar
un par de libros para leer en los próximos meses. Pero, ¡qué idiota!, lo que necesitas
es un empleo, un maldito empleo. Busco libros... ¿Por qué buscas libros niñato
infeliz, ah?
Cuando
escribo debería lograr destruir el discurso, que se destruya así mismo. Odio
las personas que hablan demasiado, esas personas no son de confiar, son
terribles y casi siempre andan repitiendo lo mismo. Odio a ese tipo de personas.
Por eso quisiera que estas palabras se anularan así mismas. Claro, estas palabras
tampoco son mías, son de des forest, pero, ¿importa? si es lo que siento ahora y
lo que quiero decir, ¿no todo es un maldito plagio? ¿No plagió shakespeare? ¡Vamos!,
hasta el más grande.
Realmente
lo que me molesta es sentirme solo e inútil, ¿por qué tan solo y tan inútil? Debes
hacer algo con tu vida. Dios. Algo, si lo supiera. Hace tres días vino a
visitarme marcela. No nos veíamos desde que nos graduamos del colegio, hace
diez años, ¡por dios!, diez. No sé qué pensaría aquella mujer, se le ocurrió
que pasar a saludarme sería algo lindo. Decepción total. Llevo una vida terrible.
Ya no consume drogas, lo cual es tonto porque en el colegio lo hacíamos todo el
tiempo. Dijo que no he cambiado, le dije que en efecto no lo he hecho. Nos
despedimos como si no nos conociéramos de antes, todo fue tan parco.
Lo
que quiero decir, más bien, lo que quiero decirme es que debo dejar esto, debo
enfocar mi tiempo en otras cosas. Maldita sea, el libro que busco no está. He
intentado no sentirme como una mierda, y allí estoy sentado tomándome un café
solo mientras pienso que la vida puede ser mejor en algún momento en el futuro,
algún día tendré mi revancha, pienso. Revancha no significa nada distinto a ir
de fiesta. Mientras voy en el autobús de regreso a casa pienso en esto, hago de
cuenta que me he ganado la lotería, compro una finca con piscina a las afueras
de la ciudad, no, la alquilo, no, la compro, e invito a los amigos, a todos,
que son un puñado pero que están lo bastante lejos como para no venir si no les
costeo el viaje. Así que invito a mis amigos, la lista es reducida, la amplío,
eventualmente pienso que talvez algunas personas pudieran simplemente pagar la
mitad del coste, yo pagaría la otra mitad. También pienso en mujeres
voluptuosas.
El
otro libro está en la siguiente dirección, c360.s... los anaqueles de la
biblioteca están a medio llenar, no todos, pero sí algunos. Hay muy buenos
lectores en estos lugares, me gustaría conocerlos. Pienso que todos mis amigos
son unos idiotas, también pienso que el idiota soy yo, también pienso que todos
somos idiotas y soy más idiota que todos, también pienso que soy el único que se
preocupa de forma idiota por quienes son unos idiotas. Medito esto mientras
hago fila para que registren el libro a mi nombre. Debo 1.400 pesos a la
biblioteca, lo cual impide que recurra a la maquinita de autopréstamos y evitar
esto. Supongo que las otras personas en la fila también son deudoras.
¿Cómo
llegaste hasta aquí? ¿Por qué piensas tanto en la muerte?... hago preguntas por
el estilo. Me siento como un pedazo de mierda mientras espero la ruta de
autobús que me devuelve a casa. ¿Qué harás con tu vida? ¿Qué hace uno con lo
que odia? Mientras bebo el café leo las contraportadas de los libros que saqué.
Una profesora muy amable me ha recomendado algunos para que adelante estudios en
políticas públicas y de educación. Dice que es cierto lo que pienso, está
totalmente descompensado el programa académico, el cual, para ser una
licenciatura en verdad es muy ingenuo y pobre. Es triste. Ayer alguien me preguntó
que pensaba de la carrera de literatura. Esta persona quiere inscribirse. Ese
alguien ya tiene un título en administración y un doctorado en administración
pública. ¿Qué ganas de venir a perder el tiempo con un montón de niños que no
saben nada de literatura? Los que saben no están aquí o están estudiando otra
cosa. Lee, lee todo lo que puedas y verás, si de verdad te gusta la única
preocupación debe ser leer, dije, parecía estarme hablando a mí mismo. Dijo que
se leía 17 libros al año, sagrado. Para mis adentros reí. Tal vez por cosas así
es que no tengo amigos.
Por
lo regular cuando me siento como un pedazo de mierda me acuesto en el suelo y
me quedo viendo hacía el cielo. No lo hago inmediatamente lo siento, sino luego
de hallar la pregunta que quiero hacerme. Las nubes no me entretienen ni el
cielo azul, tampoco lo extraño que debo verme tendido viendo cruzar esas estúpidas
invenciones de dios, si fue así. Hallar la pregunta correcta es bastante difícil.
Sólo así puedo dejar de sentirme como un pedazo de mierda, no porque no lo sea,
sino porque las moscas dejan de volar sobre mi cabeza: ¿por qué no escribes
esto?... Esta pregunta tampoco es mía, pero, ¿importa?
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