Esta persona se
siente frustrada. Medita constantemente en el suicidio. Lo ha googleado un par
de veces y se ha quedado riendo por horas pensando en lo aliviado que se
sentiría si muriera. De su cuarto sólo aprecia una impresora Epson de la que
han salido casi todos los libros que tiene, libros descargados de forma ilegal
de internet y que se guardan en cajas o se apilan sobre una mesa que cojea. La
cama está desordenada y sucia. Su cuarto es poco agradable. Pasa muy poco
tiempo allí por esta razón. Frente a la pantalla reproduce un video de pornhub.
Esta persona se acuesta tarde y
se levanta temprano. Unas tres o cuatro horas a lo sumo duerme. No tiene seguro
médico. Por esta razón no va a ninguna revisión para controlar su trastorno de sueño
que se ve alterado por un consumo excesivo de cafeína. Toma una taza de café
cada 40 minutos aproximadamente. Paga el alquiler con el dinero que consigue
vendiendo mdma a universitarios que por lo general están inscritos en programas académicos de la facultad de humanidades. Siempre tratan de hacerse amigos de él para conseguir
descuentos o alguna pastilla gratis. Así que esta persona se muestra esquiva,
callada y seria. Ha llevado esta actitud a todos los planos de su vida. No
confía en las otras personas.
Trabaja mucho para pagar el
alquiler. Aunque es relativamente sencillo lo que debe hacer. Lo que le exige su empleo es estar
sentado por algunas horas en sitios estratégicos del campus universitario o bares
del centro. Aunque le molesta ocupar ese tiempo en una labor que tiene que ver
con tratar a otras personas. Es lo único que me molesta, piensa. Suele reflexionar
en lo afortunados que son los trabajadores en las fábricas japonesas que carecen
totalmente de interacción con otros seres humanos. Se sueña como una especie de
máquina humana. Hacer su trabajo, ir y venir, sin complicaciones. Sin tener que
pasar por esos molestos momentos en los que otra persona se acerca intentando comenzar una conversación que indudablemende terminará en la petición de un favor.
Esta persona en lo que realmente quisiera
ocupar ese tiempo es en poder sentarse frente a la pantalla o tomar uno de sus
libros impresos en papel blanco y dejarse ir.
Ve en el suicidio una especie de
salvación, pero no lo ha intentado aún. Medita sobre este asunto. La
conclusión a la que llega es esta: mi familia no tiene cómo pagar un sepelio,
morir sería endeudarlos, y ya están demasiado endeudados. Es un acto estúpido
morir en este momento. Vivir es en sí misma una forma de economía que le parece
triste. No morir es una forma de ocultarse más profunda, de preservar cierto
equilibrio. Y acepta este pensamiento como una verdad antes de quedarse dormido.
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