miércoles, 18 de septiembre de 2013

Femina Suite


La maja desnuda - Goya


"-Monsalve asegura en el tan mentado Manual de la Mujer Pública que toda la escala de valores de la sabia (que casi por derecho propio tiene que ser intelectual de izquierda, aunque a veces se presentan algunas aberraciones de éstas en la derecha) está regida por un triple proceso-explicó Arango-. Es el triple proceso de la eme, pero conocido genéricamente como Coñocracia.
-¿Triple proceso de la eme? ¿No es eso demasiado complicado?-Salta precavido el Mancebo-. Prefiero la Coñocracia. 
-No me parece nada complicado, muchacho, pues este proceso simplemente se limita a designar las tres etapas que se preciso recorrer para que nuestra intelectual se realice a plenitud ante el mundo y su estirpe. Es muy sencillo. Las etapas en mención son las siguientes: primero Meninas, después Mandarinas y, finalmente, Matriarcas; etapas que una vez recorridas nos brindan una idea sobre el papel que juegan etas mujeres en el mundo actual a la vez que nos ofrecen la configuración de un Gran Principio".
Femina Suite, R. H. Moreno Duran 




Mi primer día con R. H. Moreno Duran. Sentado con los pies sobre el sofá, de que se reirá este muchacho, comenta mi madre que cruza por mi lado. Ella está en lo suyo y yo en lo mío. La tarde es fresca. Tengo en mis manos Femina Suite, estoy riendo con la teoría de la Coñocracia de Monsalve que Arango comenta como una novedad. Quedarse con la experiencia (tal vez) misógina o (tal vez) centrada en una realidad sin maquillaje no sería darle crédito a la prosa tan orgánicamente construida. La voz del narrador se construye a partir de las voces de todos en una reunión; la experiencia y el comentario mental, la acción, el silencio, las miradas, la música. Es una prosa magistral y que está refiriendo cada instante del momento, desde adentro, el contexto y los subtemas que la sostienen creando esta especie de panorámica que es tan divertida, tan displicente con el formalismo; aquí hay más ironía y sarcasmo por centímetro cuadrado como exploración estética.


Tengo en la cabeza El Manual de la mujer pública… tengo en la cabeza Meninas, Mandarinas y Matriarcas. Tengo en la cabeza una sonrisita que me sale como un susurro. Esto es muy divertido. Y no sólo retrata de forma irónica el feminismo, sino la sociedad colombiana, la historia de este país y el juego que nos hemos inventado para sobrevivirla. Todo es así, substancial, no se escapa nada en 50 año de historia política, no se le escapa nada de la vida que nos inventamos, nos retrata el amor atiborrado de unos fines mancebos. Nos delinea las cosas sin la metáfora barata ni cachivaches retóricos; la única retorica es la de Arango, o la de Paulette que hace de sus hombres trozos de carne, para mostrar que aún está despechada. Ninfa eco, empieza la novela, ya le decían ninfa eco, Ninfa por lo ninfómana y puta y Eco por lo chismosa.

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