viernes, 5 de julio de 2013

Alex Velasco en memoriavisible.com

Casi siempre me pregunto dónde estará la poesía de mi generación. Dónde la gente que escribe y que es joven. Esta ciudad (Cali) suele sofocar con el calor, con esas tardes estáticas en la que el viento apenas si susurra. Cuando llega la noche suele haber un poco más de vida, de hecho toda la vida existe de noche. Y la poesía se esconde entre toda esa vida, entre las calles con sus aromas a caña, tabaco y brea. Es difícil encontrarla porque no ha sido premiada y en este pueblo a veces eso es lo que importa, que la premien en vez de disfrutarla. Pero sé que se escribe y se comparte. Así que quiero compartir algunos poemas de Alex Velasco un Estudiante de la Universidad del Valle. Sus poemas son un grito, son un frenar del tiempo para implantar un golpe a la cotidianidad, a la rutina tal vez como escuchamos nacer, del mismo modo, una voz en México, España y Estados Unidos. Leer el mismo sentimiento en la poesía joven nos entera de lo que compartimos en el mundo, del tedio, el aburrimiento y del alcohol, de ello se nutre la nueva poesía que se aleja de los concursos, de la aprobación de los profesores y la academia para saltar a la calle, a los blogs, y a las editoriales independientes.

Llegué a él mientras leía un cuento de una amiga, (escribe bien y debería seguir haciéndolo pero se niega), es una página que nunca había visitado. Me gustó, y ahora sé que hay un lugar para un poco de ficción y poesía joven y lo mejor de todo hecha en casa. Alex Velasco no sólo escribe  desde la trivialidad del día, del amor sino también es un ilustrador que ofrece junto con sus poemas otra forma de expresarlo...

Poema numero algo
Derramar los ojos hasta agotarlos
o amorfarlos, desecharlos, romperlos
a navajazos de lágrima,
a puñetazos de gemido,
a bofetadas de tristeza;
descubrir el negro infinito de sus orbitas,
introducir los dedos en ellas
y descubrir que no se tiene nada.

Rasgarse el rostro con el filo de una lágrima,
ofrecer a las palomas del parque
las últimas migajas de autoestima,
morir de un solo mordisco
atravesándose el pecho con la sombra
de un poste eléctrico y
esperar hasta que la noche
te sorba el alma por los oídos.

Intento de soborno sentimental # 7 (El corazón)
Apagó el corazón las luces de la caja toráxica y enmudeció de un momento a otro.
Se le cayeron las ramas y las hojas, mermó la presión de sus ansias y cerró las venas a tu imagen.

Antes el corazón se mordía los labios o se comía las uñas mientras soportaba tus largas esperas.
El corazón ya no se afeita ni se corta las uñas, no se compra ropa nueva o se toma unos tragos en las noches.

Corazón calvo y solitario, siento sus cabellos muertos enredarse en mis costillas. Ya no se amarra los zapatos, no se plancha la camisa. El corazón ya no palpita tu nombre: Jennifer, Jennifer, Jennifer…

Tripanosoma
Subcutáneo te recorro
Saboreo tus encimas
El trampolín de tus cartílagos
Equilibro en tus huesos mi camino lento
Como un feto me germino en la penumbra de tus orbitas.

En sueños te asesino lentamente.


Alex Velasco
Aquí la paginahttp://www.memoriavisible.com

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