jueves, 4 de junio de 2015

Todo tiene su final



https://www.youtube.com/watch?v=PpmwQcc1h2g&spfreload=10


En agosto de 2014 comenzaron los perros a ladrar. Es decir, Los Perros Románticos están próximos a cumplir un año de vida, un año que ha pasado como si fueran muchos, un año en que han sucedido un montón de cosas que espero recoger aquí.

Lo primero, el hangout realizado en agosto. Fue comentado recogido y aplaudido y desdeñado por muchas personas, pero sobre todo aplaudido y seguido. Se hicieron dos sesiones. El primer hangout pueden verloaquí, el segundo aquí.

Del hangout salió la antología de LosPerros Románticos que pueden leer aquí. Es variada, recoge tantas y tan diversas voces que sería muy difícil catalogarla. Pero lo que se aplaude es que cada persona en ella viene con un trabajo impresionante, cada persona allí no sólo era un nuevo autor para leer, sino alguien de quien aprender.

Sin el trabajo anterior de proyectos como el de la Alt Lit (la que amo profundamente), la red de lospoetas salvajes, el trabajo impresionante realizado por Ana Carrete en New Wave Vomit o el realizado por Luna Miguel con Tenían veinteaños y..., todo esto hubiera sido imposible. Otro tanto se agradece a las cartoneras que montaron el material digital en ISSU y a proyectos como Poetry will be made all! Con los cuales pudimos acercarnos a tantísimos autores. Hoy claro, el espectro es más amplio y pueden conseguirse libros compartidos libremente por sus autores en toda la red, y grupos como los perros han posibilitado el encuentro de esos libros con sus lectores. (aquí una muestra hecha por los chicos de poesía sub25)

También hay que agradecer a los editores por creer en esto y a los periodistas culturales por arriesgarse a reseñar.

Luego vinieron los recitales y lasconversaciones, como las de La Casa Encendida.

Recitales en bares.




Recitales con stripers




Cosas divertidas que salían por todas partes y de las que me he sentido feliz de pertenecer, o por lo menos ver en la distancia.

Ese gran momento épico del encuentro entre David Meza y Ben Brooks.


Recitales en Guadalajara.

Recitales en Madrid.

Recitales en todas partes que avivaron un poco ese mundo que suele ser acartonado y frío.


Artículos en Nylon, El estado Mental, El mundo, el aliado playground Mag... y tantísimos otros.

En realidad siempre trato de pasársela bien. Nunca de nada distinto. A veces todo debe cambiar y dar un giro. Debe volcarse hacia otros lugares. Hubiera querido hacer mucho más pero no fue posible. Disfrute mucho en la visita virtual que hice a España. Haber colaborado en la antología de los perros. Poder colaborar en ese proyecto increíble de María Yuste efecto 2000. Haber compartido poemas. Haber colaborado y ayudado en la edición de Crack vol. 1, unos relatos sobre fútbol que no son sobre fútbol. Tener la posibilidad de leer y publicar a autores en el NewSpleen, que en verdad aprecio porque no hay muchos espacios dedicados a la prosa o a la narrativa joven. Haber entrevistado a muchos aquí con Los poetas repulsivos. Y haber escrito un librito llamado La polifonía de la nada.

Se cumple un año que son como siete años en vida perro, así que ha pasado lo suficiente como para enfatizar en que esto realmente hace distinta la literatura, el mundo literario, para decirlo de otro modo. Las antologías recientes como Mil novecientos violeta (El Gaviero), o Los Reyes Subterráneos (LaBella Varsovia) son muestra de eso... también todo lo que se edita de la alt lit al español (tanto en España como Argentina) es síntoma de que hay algo cambiando en la forma de escribir y que quizás hoy, como en ningún otro tiempo, podemos estar atentos a esos cambios y vivirlos de manera directa, en masa, de forma amplia y sin mediadores (más allá de los traductores a quienes siempre he agradecido esa labor tan desinteresada).

Así que ha sido un año difícil y tiene muchos proyectos por delante. Yo en lo particular soy nadie sin ustedes, y volvemos a ese anonimato.


lunes, 1 de junio de 2015

Conversación imaginaria entre un hombre y una mujer sobre la novela Ornamento aunque nunca se dice que se trata de tal

-tomarías una droga que te hiciera tener orgasmos?
-sí, tú no?
-quizá, pero imagina que esa droga sólo funciona en las mujeres, algo en los hombres impide que surta efecto y...
-por qué ladran lo perros?
-...por esa razón... no lo sé. Alguien pasara. Alguna perra en celo.
-creo que muchas mujeres tomarían esa droga...
-por qué lo crees?
-hay muchas mujeres mal cogidas por todas partes.
-nunca he escuchado que te quejes.
-nunca has estado en una conversación entre chicas.
-entonces crees que tomarían la droga para suplir el desencanto sexual?
-piensa en todas las amas de casa mal cogidas de esta ciudad. Piensa que de repente las madres dejan de regañar todo el tiempo y se les ve placidas, relajadas...
-quizá poco a poco suplanten a su marido por la droga...
-quizá, sí...
-te parece si caminamos, los perros ladrando todo el tiempo. Me entra pánico, es un poco noir, no? Además lloverá y conienza a ponerse todo oscuro.
-está bien.

***

-en tu casa escuchan a Pastor López?
-en navidad, no más. Por qué?
-en casa lo pone mi mamá... aveces es aburrido. Suele comenzar por allí, luego poco a poco se vuelve carnavelesca, Joe Arroyo, y un montón de orquestas que nunca he podido aprender de memoria.
-tu madre de dónde es?
-de la costa...
-ahh
-...y cuando se junta con mis tíos se arma la guacherna... el frío de Bogotá no les aplaca la alegría. A veces me aburro... me encierro en mi cuarto, me pongo en youtube un álbum de Kraken y leo a Juan Álvarez.
-y ese quién es?
-un escritor colombiano, tiene una novela sobre el rock.
-yo prefiero a Juán Cárdenas, me recuerda a Felisberto y amo a Felisberto.
-y quién es Felisberto?
-un escritor uruguayo, el tipo estaba loco, era músico de relativo éxito y se paso a escritor de cuentos...
-pero le fue bien?
-la verdad, sí.
-ebtonces porque lo dices así como si hubierq sido una locura.
-no lo sé... es como siempre comer zucaritas y luego cambiar a chococrispi, no te parece algo loco?
-la verdad, odio los cereales.
-es mi paranoia o hasta aquí se escuchan ladrar los perros?
-creo que sí...
-si existiera aquella droga que provoca esta especie de orgasmos en las mujeres, crees que el sexo desaparezca...?
-bueno, no lo creo aunque lo convencional sería pensar que sí.
-no entiendo.
-mira, si hay una droga que provoca orgasmos paulatinamente las mujeres dejaran el sexo como medio para este. Anulado el intermediario, se desbocarian en el consumo de pastillas o lo que sea. Sin embargo, piensalo, cuántas mujeres tienen la capacidad económica de sustentar una adicción? Pocas. La prostitución crecería. Las mujeres de bien se aparcarian en las esquinas tratando de conseguir clientes.
-no hubiera pensado aquello... entrarías en la prostitución, serías capaz?
-las adicciones son vainas muy hijueputas, uno ve a gente mendigando por todas partes para conseguir un poco.
-y si esa droga acabara o se volviera cara?
-el apocalipsis.
-en serio, los perros me están taladrando el cerebro, vamonos a otro lugar.
-esta bien.

***

-vi que expusueron tus fotografías en lugar a dudas. Te felicito.
-bah... fue un favor de una amiga, quiere queble presente a mi propfesor de escritura, creo que se lo quiere tirar.
-vaya...
-así son las cosas en el mundo del arte, una paga de favorea unos a otros. La gente sincera no existe.
-eso mismo escuche decir a una chica en la universidad.
-pues vaya cabrona!!!
-pero si es lo mismo que acabas de decir.
-sí, pero soy yo y puedp decir eso, seguro es una aparecida trepadora.
-no veo la diferencia.
-qué quieres decir?
-digo que si dos personas usan el mismo argumento en el mismo sentido y contexto no hay razón para pensar que uno es más valido que el otro.
-eso es porque eres un ingenuo.
-...
-dame su nombre la veo en facebook.
-no importa.
-como quieras.
-crees que una droga así sería legal?
-como cuál?
-como de la que te he eatado hablando.
-lo más probable es que no, ni ahora ni en el futuro.
-pero sería rentable.
-de eso no hay duda.
-curioso...
-qué?
-las nubes, tienen forma de coño, de una cuquita peladita...
-eres un enfermo.
-por qué?
-yo no veo nada.
-mira, el cielo parece abrirse desde allí, como si naciera de ese coño y sus plieges abrazan todo lo que en él esta.
-creo que se parece más a el número cuatro.
-no, mira... ves, el coño, los plieges de los labios. Mira como la luz parece nacer y morir adentro. Una arquitectura perfecta.
-es una mancha como de crema sobre el rostro de alguien.
-no.
-oye, se me parece a un mono ninja.
-mono ninja?
-sí... si hay tortugas ninja por qué no pueden haber monos ninja?
-no lo sé.
-en un futuro seguro los habrá.
-y para qué?
-remplazarian a los perros, son más silenciosos y mortales.
-por qué te molestan los perros?
-de niña fui atacada por uno.
-entiendo.

***

-te prestarias como conejillo de indias para una empresa farmaceutica?
-si necesito dinero y es la única opción, sí.
-entiendo.
-yo también lo haría.
-pero nuestra droga no funciona en hombres.
-es verdad.
-que drogas has tomado en tu vida.
-ninguna.
-en serio?
-es verdad.
-cuando solía tomar drogas sufría una especie de paranoia en dejar de ser yo.
-y cómo sabias que no eras tú?
-no lo sé, sabía que dejaba de ser yo y mis manos y rostro me eran extraños, todo a mi alrededor me parecia distinto... como si fuera la primera vez que lo viera.
-y eras consciente de eso?
-sí... tenía largos momentos de soledad en los que corria tratando de alcanzarme. Sabía que estaba en algún lugar. Temía perderme para siempre.
-debe ser terrible.
-armaba grandes monologos recitando mi vida de memoroa tratando de reencontrarme conmigo.
-uno puede salir un día y perderse, sin más, perderse de uno mismo.
-y eso sería posible?
-así me lo parecía.... por eso deje de drogarme.
-pero dejaste las drogas luego de reencontrarte contigo?
-no lo sé.
-entonces quizá estes perdida.
-los perros ladran...
-quizá alguien nos sigue.
-puedo ser yo, altero los perros porque no nos llevamos bien.
-tal vez....
-vamonos.

jueves, 14 de mayo de 2015

Persona



    
 
     Esta persona se siente frustrada. Medita constantemente en el suicidio. Lo ha googleado un par de veces y se ha quedado riendo por horas pensando en lo aliviado que se sentiría si muriera. De su cuarto sólo aprecia una impresora Epson de la que han salido casi todos los libros que tiene, libros descargados de forma ilegal de internet y que se guardan en cajas o se apilan sobre una mesa que cojea. La cama está desordenada y sucia. Su cuarto es poco agradable. Pasa muy poco tiempo allí por esta razón. Frente a la pantalla reproduce un video de pornhub.
     Esta persona se acuesta tarde y se levanta temprano. Unas tres o cuatro horas a lo sumo duerme. No tiene seguro médico. Por esta razón no va a ninguna revisión para controlar su trastorno de sueño que se ve alterado por un consumo excesivo de cafeína. Toma una taza de café cada 40 minutos aproximadamente. Paga el alquiler con el dinero que consigue vendiendo mdma a universitarios que por lo general están inscritos en programas académicos de la facultad de humanidades. Siempre tratan de hacerse amigos de él para conseguir descuentos o alguna pastilla gratis. Así que esta persona se muestra esquiva, callada y seria. Ha llevado esta actitud a todos los planos de su vida. No confía en las otras personas.
     Trabaja mucho para pagar el alquiler. Aunque es relativamente sencillo lo que debe hacer. Lo que le exige su empleo es estar sentado por algunas horas en sitios estratégicos del campus universitario o bares del centro. Aunque le molesta ocupar ese tiempo en una labor que tiene que ver con tratar a otras personas. Es lo único que me molesta, piensa. Suele reflexionar en lo afortunados que son los trabajadores en las fábricas japonesas que carecen totalmente de interacción con otros seres humanos. Se sueña como una especie de máquina humana. Hacer su trabajo, ir y venir, sin complicaciones. Sin tener que pasar por esos molestos momentos en los que otra persona se acerca intentando comenzar una conversación que indudablemende terminará en la petición de un favor.
     Esta persona en lo que realmente quisiera ocupar ese tiempo es en poder sentarse frente a la pantalla o tomar uno de sus libros impresos en papel blanco y dejarse ir.
     Ve en el suicidio una especie de salvación, pero no lo ha intentado aún. Medita sobre este asunto. La conclusión a la que llega es esta: mi familia no tiene cómo pagar un sepelio, morir sería endeudarlos, y ya están demasiado endeudados. Es un acto estúpido morir en este momento. Vivir es en sí misma una forma de economía que le parece triste. No morir es una forma de ocultarse más profunda, de preservar cierto equilibrio. Y acepta este pensamiento como una verdad antes de quedarse dormido. 
     
      

domingo, 3 de mayo de 2015

De pie frente a la pantalla

    


     Es el año 2000 y Andrés está frente al televisor con el rostro impávido. El mundo no acabó al cruzar el umbral del 99 como se había hecho viral la noticia. Aunque entonces no se conocía como “noticia viral”, sino como una alarma generalizada, una pandemia de miedo similar a la que sucedió en 2012 y que Andrés siguió con burla a través de su cuenta de twitter. Sin embargo, en el 2000 dejaba el gameboy para acercarse a la sala. Una mujer tenía una bomba al cuello, un collar, ¿es esto es verdad?

    A veces se recuesta en la habitación, sobre la cama, vista al techo, con la radio encendida y deja pasar el tiempo. Las horas son una carga, y aplastado por ellas Andrés no se mueve. Elude cualquier sensación. La nada lo abruma. ¿Un collar al cuello? Sí… Andrés se siente de manera extraña. Tiene 14 años y no recuerda muy bien nada de esos años. Quizá el nombre de su programa favorito, el nombre de la chica del colegio que le gusta; recuerda el rostro de la chica que beso en la biblioteca, pero no su nombre ni dónde la conoció; no tiene un perro, o eso cree recordar; tampoco un gato. El supernes está junto al televisor. Andrés está solo. Su madre ha salido a trabajar. Su padre no está en casa, no lo ha estado nunca. Andrés pasa de pie mucho tiempo viendo hacia la pantalla. Entiende que cuatro hombres, guerrilleros, plantan el collar en el cuello de la señora a quien ve junto a un barranco de tierra amarilla acompañada de un oficial de policía que no usa protección antibombas. Quiere hacerle sentir que no hay de qué preocuparse. La imagen está en las pantallas a nivel nacional.

     Otros dos momentos en la vida de Andrés han sido como este en el que se queda frente a la pantalla sintiendo algo que no sabe explicarse pero que le hace sentir vivo. El primero lo recuerda porque fue un día cercano al nacimiento de su hermano. Veía la televisión en la mañana, su madre había salido al hospital urgida por unos dolores, tenía ocho meses de embarazo, no había que correr riesgos. Estaba sentado sobre una alfombra roja. Primero un informativo de última hora en la televisión y luego una trasmisión en directo desde el lugar de los hechos. La expresión “lugar de los hechos” le hizo gracia. Un terremoto destruyó la ciudad de la que es origen su madre, eso lo consternó, recuerda, pensaba en sus tíos y la gente que había conocido en las vacaciones pasadas. El segundo sucedió en 2001 cuando sin explicación los soltaron temprano del colegio. Cuando llegó a casa y encendió la televisión vio en cada canal lo mismo. Una imagen de un avión estrellándose contra un edificio. Una y otra vez. En cada pantalla del mundo.       

     En todos estos momentos hubo algo en común que lo hacía sentirse bien; compartía algo con alguien más. Estaba solo, pero al salir al siguiente día sabría que todos hablarían de aquello. Entonces él también podría decir algo. Entonces él no estaría solo con sus pensamientos. Entonces sabría qué decir y cómo sonar. Entonces no se sentiría extraño en los lugares que comúnmente se sentía extraño. Demasiado solo. Demasiado acostumbrado a dejar pasar todo. Menos esto.

     A los 16 toma una botella de vodka solo en su casa. Comienza a tener problemas con el alcohol. Su madre no se entera hasta un par de años después cuando encuentra bajo la cama de Andrés un bar clandestino. Bebía todas las noches antes de dormir. En 2003 abrió su primera cuenta en Hotmail, la misma que ha tenido hasta el día de hoy y la que revisa en este momento buscando la respuesta para una beca en la universidad. Mucho tiempo desperdiciado. No sucede nada, y eso le hace sentir triste. Pero en el 2000 nada de esto importa y se siente particularmente bien estando asustado frente a la pantalla. 

Personae, Sergio de la Pava




1 Personae de Sergio de la Pava fue autopublicada en 2011 y traducida al español por Penguin Random House en 2015. Recientemente se hizo el lanzamiento en la Feria del Libro de Bogotá.

2 La forma en que está estructurada la novela no tiene un orden. Tenemos una historia fragmentada. Sin embargo, es la narración la que es increíblemente potente, imaginativa y divertida. Helen Tame es una detective de homicidios que atiende un caso en un apartamento de Manhattan. Helen Tame antes había sido una concertista muy respetada. El muerto es un NN que paulatinamente va tomando forma; un escritor; Antonio; Antonio Arce, colombiano. Lo que leemos en la novela es en parte el trabajo de Tame, sin embargo: “Para establecer orden global. El trabajo de Helen Tame casi con toda seguridad quedaría inconcluso”.  (p. 149).  

3 La novela presenta diferentes fragmentos de los documentos que encuentra Tame en el apartamento, de la propia Tame en su época de concertista, además de un par de capítulos que son obituarios que cuentan la historia de los dos personajes: Antonio Arce y Helen Tame.

4 Tenemos un primer capítulo que nos presenta la escena, el hecho. Uno segundo que se une a otros dos que juntos son muestra de un ensayo de Helen Tame sobre Bach y Glenn Gloud. Antonio Arce, el muerto, es un escritor que tiene una obra que Tame infiere inconclusa. Las obras de Arce son: El Océano, Personae y ENERGEIAS: o por qué hoy puede que el sol no se levante por el oriente ni se oculte por el occidente. Estas tres piezas están en la novela. No de forma lineal.

5 El Océano: es un relato de un hombre viejo, un profesor, que decide sin ninguna razón a la playa,   desnudarse y meterse al mar. Las olas lo arrastran, no hace mucho por impedirlo. Un hombre solo. La narración nos mese como al personaje, cerca, lejos, más cerca y más lejos, lejos hasta que lo perdemos de vista.

6 Personae: es una obra teatral de dos actos. No sabemos en qué lugar se desarrolla, ni de que precisamente comienza todo. Sin embargo poco a poco se va tornando oscura y peligrosa. La imaginación aquí es divertida y la narración se torna absurda por momentos. Es increíblemente divertido lo que logra poniendo de manifiesto la ambigüedad del lenguaje en algunos casos. El segundo acto es un poco más tétrico, hay conspiración, muerte, tragedia.

7 ENERGEIAS: se parece más a una especie de diario llevado por Arce en la que se cuentan algunos momentos de su vida en Colombia, sus inicios en EEUU, sus amores… los párrafos están enumerados, hay divisiones temporales o de espacio marcadas por asteriscos.

8 Los obituarios también sirven como epílogos. Allí la narración es más objetiva frente a los personajes que, por ejemplo, la de Tame que parece entrar en reflexiones filosófica sobre la vida y sobre el arte. Sobre sus propios gustos y conclusiones y métodos respecto al caso.

9 Así como David Foster Wallace navega en el aburrimiento de los oficinistas de la agencia tributaria, De La Pava se sumerge en la soledad (en el caso del escritor muerto), en el silencio (en el caso de Helen Tame y la música), y la vida (eso que no conocemos). “- ¿Siquiera oye lo que está diciendo? Un hombre vive más de un siglo, se descubre muerto en lo que es claro que era su hogar, dicho hogar está localizado en Norte América del siglo XXI, ¿Sin embargo no somos capaces de darle un nombre? Así que, sí, en gran parte porque es un NN centenario”.    


***

1 “Estoy Cansada.
                He hecho lo que he podido.
                Soy solamente una persona.
                Cualquier persona sería imperfecta.
                Sangre por todas partes.
                El sofá es cálido y suave.
                Es un mundo grande, frío y duro, y en algún momento alguien caerá inerte cada pulgada.
                Soy solamente una persona y estoy cansada.
Cierro los ojos”. (P. 20)

2 “Porque una cosa era aceptar que toda la vida terminaría y en esencia terminaría del mismo modo y otra cosa era aceptar que este proceso y resultado muy predecibles serían sin embargo susceptibles de extrema falta de credibilidad y sujetos del azar, de manera que a todo participante se le negaría incluso el pequeño consuelo de una progresión ordenada garantizada hacia la finitud”. (P. 157)

3 “Helen Tame se rebelaba contra esta crueldad, buscaba hacerla desaparecer. Pero un crecimiento responsorial fue todo lo que detectó y ahora su última introspección reveladora solo estaba confirmando la casi cósmica o acaso cósmica injusticia de todo esto”. (P. 157)

4 ADAM: Me voy.
                (No se mueve).


***

1 Sergio de la Pava es autor de "Una singularidad desnuda", (Pálido Fuego, 2014). Una novela que ganó el PEN en 2013. De La Pava nació en New Jersey en 1971. Vive más entregado a la escritura que al lobby publicitario, según lo manifiesta en la entrevista hecha para el programa radial "Los Libros". 

2 Y es su increíble forma de narrar lo que sostiene una novela como Personae, y que en últimas es donde está el verdadero arte.  

3 Uno de los aforismos de Arce recogidos por Tame reza así: “La tarea del autor no es inventar, ni siquiera descubrir, sino reafirmar, de manera convincente, lo que sabemos que es verdad”. Y es bastante ironico, en Personae hay una certeza de la finitud  de la vida, y de los caminos posibles para interpretar esta vida, que en últimas construimos con lenguaje en la soledad. Un lenguaje que señala una especie de armonía, de orden, pero que sólo son notas viajado hacia el silencio. 

4 La narración atraviesa la conciencia de los personajes, va a la descripción y la reflexión, de la tercera persona al guiño cercano al lector. Como las olas del océano. Como la corriente del río. La narración en la que finalmente nos sumerge De La Pava y que dejamos nos arrastre cada vez más lejos. 

lunes, 16 de marzo de 2015

Carlos Astier



El pasado 6 de marzo se lanzó en la Universidad del Valle el tercer número de la revista de literatura Lexikalia. Su lanzamiento contó con la participación de Carolina Sanín. Entre sus páginas un relato que había escrito hace algún tiempo aparece. Se llama, Carlos Astier. Un relato que intenta ser un pequeño guiño a El juguete rabioso de Arlt, pero que, claro, se queda corto. Sin embargo, gracias a los editores de la revista universitaria por tomarlo en cuenta. Aquí abajo dejo el link para que puedan leerlo, en una próxima les dejo el link de la revista (a penas los editores la suban a la red).

Aquí pueden descargar y leer el relato. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Internet Prosaico II




Volvemos con más de la narrativa en internet. En Internet prosaico había hecho algunos comentarios a los cuales se suman estos hoy. No hay especificidad en cuanto a un grupo, al parecer la narrativa está ahí, pero son otros los que escriben. Y aunque seguimos en la búsqueda de esa otra literatura, como ya se ha dicho, es la poesía la que se integra más fácilmente a la red (o tiene más presencia). Hay trabajos grandiosos en su difusión, portales que abren otros países en los que podemos echar un vistazo a las formas que toma la literatura hoy. Revista tn (México), Revista Orifico (México) y el blog Cráneo de Pangea (Ecuador), vienen haciendo esa labor detectivesca. Estos portales se suman a a otras páginas como Ciudades esqueleto o los muy importantes Tenían veinte años y estaban locos y new wave vomit. Pero es la narrativa lo que seguimos buscando, esta es esquiva aveces.

Aquí no hay autores precisamente jóvenes, o de vinculo generacional alguno, sólo hay literatura. Eso es lo importante en últimas. 




El sur: instrucciones de uso (Autoediciones Bucólicas) es un libro de Silvia Nanclares (España), narrado desde un yo intenso, que tiene ecos de crónica y ensayo aveces. Aquí hay una breve reseña escrita por J. S. Montfort. El trabajo de Silvia no es únicamente este. Es realmente impresionante lo que ambiciona (o ambicionó) tener con la web BookCamping: "una biblioteca abierta y colaborativa que nace a la luz del 15M cuyo objetivo es socializar la lectura e incentivar la cultura del compartir". 



Alice in limboland es un libro escrito por el mexicano Odeen Rocha. Este libro es una reescritura de la obra de Carroll en la que Alice deja de ser tan niña y curiosa para ser más como una chica fresa (burguesita) en medio de una ciudad agitada y llena de smoke. Es realmente divertido. Aquí pueden ver a Odeen presentando su libro.



los-proyectos es una web argentina que recoge obras del misterioso J. P. Zooey, Inés Acevedo, Carlos Ríos, Carlos Godoy... y la lista sigue.  Es realmente bueno, porque acerca autores de otras tierras, que a veces es difícil conseguir en papel. No faltará decir que cada uno de estos escritores ya cuenta en su acervo con más de un libro. Así que lo que hay aquí es en extremo valioso. 

Seguimos buscando la ficción en la red. 

domingo, 22 de febrero de 2015

Crack Vol. 1



Colombia le había ganado a Uruguay y se preparaba para enfrentar a Brasil, México había sido eliminado. El mundial de fútbol iba a la mitad cuando recibí la invitación de Miguel Avero para escribir sobre fútbol, pero no precisamente sobre fútbol, el mundial acabaría en un par de semanas y no habría tiempo de hacer algo para el momento. Invité a Ricardo Limassol, a quien particularmente admiro. Junto con nosotros estaba Kevin Castro a quien complicaciones personales le hicieron dejar el proyecto. Buscamos ilustradores. Y alguien que quisiera editar esto. Y Alguien que lo prologara. Buscamos esto entre nuestros amigos. Así nació Crack. 

Debía haberse publicado en internet mucho antes, pero complicaciones vinieron, y se dilató el momento. Aunque esta complicación tal vez sea un acierto, la literatura puede ser disfrutada más allá del momento para el que fue escrita. El valor de esto radica en la literatura misma, en buscar cualquier excusa para crear. Aquí hay una exploración narrativa que bien podría salir mal o acertada. En cualquier sentido esa es una interpretación que hará el lector. 

Crack Vol. 1, se compone de tres relatos cortos, acompañados de tres ilustraciones bellísimas realizadas por Miguel Rual, Sandra Martínez y Vicente Monroy. La edición la ha hecho Caterina Scicchitano. El prólogo lo ha escrito María Yuste. Este ha sido un trabajo en conjunto con personas de distintos países, desde Argentina hasta España. Y nos place hoy presentar esto. 
  

Pueden leer el libro aquí. 

Aquí también.

Goodreads.
 

viernes, 6 de febrero de 2015

Un espacio vacío



Es un espacio reducido, en su interior no cabe absolutamente nada, al mismo tiempo lo es todo y nada. Algo tiene que suceder, y un día estalla como la cabeza del hombre que tomó el cuchillo y apuñaló a su mujer 35 veces en el abdomen. Crimen pasional llamaron al asesinato en los medios. Crimen pasional. Ella lo provocó: celos, engaños, insultos; Un cuchillo: sangre en la alfombra, vacío.

La mujer saluda amablemente al tipo de la tienda. Al pagar, él le estrecha la mano, ¿hasta cuándo?, dice él. Ella sonríe. Tienen una pequeña conversación en la ella que se queja de su marido. Él trabaja como oficinista, nadie tiene un mal concepto suyo, es el tipo de hombre puntual, servicial y amigable que toda empresa quiere. No muy divertido, pero diligente. Completa 15 años en el mismo empleo. Ella recrimina que no le de lo suficiente para vivir bien. Él no gana mucho, lo justo, que es poco, a decir verdad. 

Un espacio vacío, incapaz de ser llenado.

La primera bofetada vino en febrero. Él no recuerda muy bien el porqué. Ella sí: Mintió sobre ir donde su hermana. El desquite, como lo llamó él, vino en mayo. Regreso temprano, halló a su hijo solo en casa. “Perra”, la llamó aquella vez cuando la vio entrar por la puerta con una sonrisa. Comenzaron las discusiones. En junio el tipo de la tienda dejo encargado a su primo del negocio. La invito a ella a dar un paseo, un asunto de negocio, así aprende, necesitan dinero, ¿no?... sus palabras sonaron comprensivas, la persuadieron. Su marido aceptó con recelo aquello. Los asuntos de negocios para ella comenzaron a hacerse frecuentes.

Él debió viajar a Bogotá en julio, un asunto laboral. El vuelo se canceló por mal tiempo. Volvió a casa. Encontró a su hijo con una joven de quince años, su vecina, según explicó la chica. Él no la había visto en su vida. Su mujer regresó tarde, se sobresaltó al verlo, discutieron. Él pregunta sobre el lugar dónde estaba metida. Ella contesta diciendo que si le está plantando trampas, ¿qué tipo de mujer piensas que soy? Se insultaron por un par de horas. Él comenzó a llegar temprano, sin avisar, a casa. La chica de quince años estaba siempre allí, cuidando a su hijo. Es simpática, linda, viste faldas muy cortas. Tiene una risa que, en lo particular, le encanta. Comenzó a ser gracioso y divertido, contaba chistes para hacerla reír.

Ella no vino en un par de noches en agosto. Junto a su cama  la chica de quince años se planta y pregunta si así está bien. Perfecta, contesta él. Ella sonríe.

En noviembre su hijo tiene un accidente en la escuela. Los directivos llaman al número de la madre. Ella no responde. Llaman al número del padre, como sugiere el protocolo. Su padre, lo recoge y lo lleva a casa. Ella está a medio vestir. ¿Con quién estabas, perra?, pregunta él. Con nadie -responde ella-, me acabo de levantar. ¿Y el trabajo?, pregunta él. Hoy no debo ir, contesta ella. La abofetea. Comenzó a beber todas las noches. Dejó de hablarle a su mujer. Su hijo dormía con la luz encendida.

En la noche del dos de diciembre llegó muy borracho a casa, era la madrugada, ella estaba sentada viendo la televisión, esperándolo, había dejado el trabajo, se había dedicado a su hijo por completo en esas semanas.
-Lo sé todo -dice él-, la vecina me lo ha contado.
-Ya vas a creer las palabras de una culicagada- dice ella.
-Esa culicagada es más mujer que vos- dice él.
Ella le empuja, trata de golpearlo.
Su hijo despierta, se cubre con las cobijas por completo, de los pies a la cabeza.
Él saca el cuchillo.

Un espacio vacío, diminuto, que un día estalla.  

viernes, 30 de enero de 2015

México



Lentamente México va apareciendo como una obsesión. Una edición de Papeles falsos de Valeria Luiselli sobre una mesa. Portada rosa y un nombre que recuerdan un par de libros del joven  Augusto Sonrics.
Dice Luiselli que la ciudad de México es cartografiada sobre su propio suelo al modo del relato de Borges. Diseccionada sobre una mesa por ilustres hombres de ciencia al modo del cuadro de Rembrandt La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. Una ciudad; melancolía; distancia; terror; vida.
Rodrigo Fresán obsesionado en Mantra con el D.F. (Deefe); registrarlo todo, decirlo todo; mostrarlo todo.
En noviembre la gente que quiero leyendo poemas, siendo poetas en Guadalajara… apostando todo a la vida, a esto que parece un suicidio.
Los Detectives Salvajes cartografiando la ciudad, llenándola de poesía, vagando, dibujando el lugar donde se ha construido lo que hoy leemos. Los infrarealistas boicoteando un recital de Octavio Paz. Los Perros… boicoteándolo todo en internet.
Valeria Luiselli buscándole una forma al Deefe; buscándole una forma a Venecia; buscándole una forma al ensayo.
Los detectives buscando a Cesárea Tinajero; buscando la poesía;  una pista.
Los Perros rastreándolo todo tras un hashtag.
Valeria Luiselli en bicicleta por las calles del Deefe.
Los poetas ebrios por las calles de Guadalajara.
Mantra viéndolo todo infinitamente en grabaciones de VHS.
Los real visceralistas perdidos en el Deefe.
México, México, México.
Dibujado. Cartografiado.
México.
La red de los poetas salvajes.
Una obsesión.
¿Qué le hace México a quienes lo habitan?


Hoy leímos Papeles falsos de Valeria Luiselli. Hoy leímos Asesinato bajo la lluvia de Chandler. Hoy caminamos por un centro comercial atestado de gente, me sentí extraño, hace mucho no caminaba por un lugar sintiéndome incómodo. Hoy traía una mirada perdida, pensando en escribir esto. En mi cabeza sonaba mejor. Me conecté a un hangout en el cual escuché todo a medias y vi todo a medias y me escucharon y vieron de igual modo. Hoy hablamos de ir a México, o de hacer lo posible, o de que debíamos ir, o de que no importaba nada: hay que ir.



México es una obsesión hoy. 

viernes, 23 de enero de 2015

Segunda persona del singular


   Escribes en Facebook que irás a trabajar al día siguiente, recibes una ola de comentarios a los que quieres responder de forma insultante, no lo haces porque te parece que en lo que  dicen hay algo de verdad. Te desconectas. Dejas en el móvil sintonizada una emisora que es la que escucha tu novia. Duermes bien, pero no dejas de sentirte mal por tener que ir a trabajar. En la mañana llamas a Natalia pero no contesta el móvil o contesta pero está tan dormida que ni siquiera se da de cuenta que habla contigo. No das importancia, sabes de su gusto por dormir hasta tarde. Sales temprano, calculando el tiempo que demorarás yendo de un punto de la ciudad a otro, donde te espera un jefe y un trabajo mediocre. Necesitas dinero, Natalia, tu novia, insiste en salir a bailar cada fin de semana, y con el que consigues en lo que llamas “trabajo nocturno” no alcanza. También está el problema con el Turco y Lucas. Tratas de olvidarlo de inmediato porque te das cuenta de que calculaste mal el tiempo. Montarse a un bus urbano en la mañana es una lucha cuerpo a cuerpo para la que no vas preparado.
    El trabajo, al cual llegas tarde en el primer día, consiste en ir puerta a puerta vendiendo paquetes de arepas precocidas de maíz blanco; cinco arepas por cada paquete. El barrio residencial al sur de la ciudad no se parece en nada a esa loma llena de casas a medio hacer, caminos serpenteantes y filas de escalones infinitos que llamas “hogar”. Todas las calles son planas, fáciles de andar, pero te cansas porque es duro caminar calle tras calle bajo el ardiente sol. Allí está tu primo, quien te ayudó a conseguir el empleo, junto con él se te es encomendado el recorrido. Antes de empezar pides permiso para hacer una llamada. Llamas a Natalia. Ella se encuentra desayunando mientras ve la telenovela de las once.  La saludas con cariño. Ella responde igual. “¿Dónde estás?”, pregunta. “Mami, estoy aquí, camellando”, respondes. “Me alegra, ya era hora de que cambiaras de vida”, te dice. “Es por ti, bebé”, dices. “La salsoteca es esta noche, iré contigo o sin ti” te recuerda. “Amor, usted sabe que no le fallo”, dices. “Papi, te espero”, finaliza ella.
    Tu primo dice que despiertes, que estás dormido. Repite las indicaciones. Debes repetir: uno por tres mil dos por cinco mil. Y así lo haces. El asfalto caliente te fastidia, y el sol te da de frente. Tu primo parece  no sufrir de nada. Sudas, también piensas en Natalia, seré la envidia de la noche. “Mi hembra”, así piensas cuando piensas en Natalia.
    Buscas hablar con tu primo, se ha mostrado un poco distante, tal vez porque su madre le ha dicho de tus andadas, de los problemas que tienes, y no quiere que lo vean mucho contigo, ya sabes, para cuidarse. ¿Cómo va todo?, preguntas. “Bien”, responde él. “¿Crees que se pueda hacer dinero con este trabajo?”, preguntas. “Sí, si te esfuerzas”, responde él. Luego preguntas por los vecinos, que fueron antiguamente también tus vecinos. Tú primo, muy apesadumbrado, te cuenta que han estado matando la gente de por ahí. “No pueden ver a nadie parchado en una esquina porque lo van es fumigando”, así lo dice. Lamentas escuchar aquello, no puedes creerlo, maldices: “Gonorreas hijueputas”, eso es lo que dices para referirte a los encapuchados asesinos. Tu primo te da la razón, pero también dice, “eso, primo, a veces es un mal necesario, el barrio está caliente y que cada quien se labra su propio destino”. Te enojas por eso, le das un golpe en el pecho, dices, “no marica, así no son las vueltas”. Continúas el recorrido, no quieres armar bronca.
    El barrio residencial muy bonito y todo pero nadie te abre la puerta.
    ¿Qué vendes?, pregunta un hombre que oficia como vigilante de la calle. Hace un chiste sobre que no tienes cara de arepero. Eso te enoja. Dices que estás trabajando, que mejor se meta el dedo por el culo y no moleste. El vigilante de la calle se queda mirándote, mudo. Se aparta montado en su bicicleta. Desde  ese momento no te quita el ojo de encima. Cuando ve que en la esquina le das un empujón a tu primo, que no sabe que es tu primo, no aguanta y llama a la policía.
    “Mal necesario”, refunfuñas, “malnacido”. “Amigos de toda la vida muertos y este gran triple setenta hijueputa dice que es un mal necesario”, así hablas cuando llega una patrulla de la policía. Piden que te detengas. Te requisan. Piden tu cédula para identificarte. La sacas de mala gana. La pasas. Ellos hacen la respectiva llamada a la central. Estás ofuscado, ido, perdido; aflora el odio. “Sapos hijos de puta -eso es lo que comienzas a gritar cuando recibes de vuelta el documento de identidad- ¿es que no me van a dejar trabajar? Ellos se ponen bruscos. Amenazan con acusarte de “Irrespeto a la autoridad” para que guardes silencio. No te callas, continuas insultándolos.
    Allí está el vigilante de la cuadra viéndote. En las puertas de las casas ves rostros con expresión de reproche asomados.
    Te sientes furioso. “Estoy trabajando –dices- están violando mis derechos”. Manoteas. Casi golpeas a un agente. Ellos aplican un protocolo poco ortodoxo. Te golpean, según las palabras que usaron, te redujeron. Te meten en la patrulla, te acusan de atentar contra la integridad de un agente. Tu primo está también allí, puede ayudarte, pero no lo hace.
    Te repites en la mente eso de “un mal necesario” y bajas la cabeza. Cierran la puerta de la patrulla y escuchas cómo el vigilante dice a la policía que hay que acabar con esa plaga de la ladera, vienen por aquí únicamente a robar. No prestas atención porque piensas en Natalia, en su minifalda, en la salsoteca. Ves los paquetes de arepas precocidas tirados en la calle. Escupes. Saliva mezclada con sangre mancha el piso de la patrulla.